La revista Hola aparece este miércoles en los kioscos con un gran despliegue fotográfico en torno a la cena de gala ofrecida el pasado lunes 20 por el príncipe Carlos a los 250 invitados llegados a Inglaterra de la mano de Porcelanosa. Un país ajeno al Brexit en ese momento, pues aún no se había producido el terremoto que separa el Reino Unido de Europa.
El semanario rosa por excelencia lleva unos días publicitando el reportaje con 'píldoras' sobre las maravillas del castillo de los Windsor, el glamour de las estrellas principales, Isabel Presyler, Mario Vargas Llosa, Richard Gere y su novia española Alejandra Silva, aunque sin publicar ninguna foto de los protagonistas en la fiesta.

De hecho, Porcelanosa exigió a sus invitados que no filtraran ninguna foto de la gala antes de que Hola saliera a la calle para preservar el impacto que provocaría la exclusiva. Por si acaso, había orden estricta a los asistentes de no llevar móvil ni por supuesto una cámara de fotos.

Pero detrás de los focos de los grandes escenarios siempre hay sombras y una realidad mucho más prosaica que nada tiene que ver con lo que los espectadores (lectores en este caso) ven desde el patio de butacas.
Las invitaciones del príncipe de Gales a sus invitados españoles ni son exclusivas ni son las únicas que el heredero británico hace a empresarios de todo el mundo.
A cualquier compañía comercial de apariencia honorable que desea invertir en el Reino Unido le interesa tener visibilidad junto al heredero al trono: es una buena campaña de marketing aparecer en la foto junto al hijo de la reina. Al menos, así era hasta el referéndum que aleja a Londres de Bruselas.
La empresa solicita ser invitada por el príncipe de Gales para una cena en Buckingham o Windsor (el precio varía). A cambio debe 'contribuir' a la Fundación del Príncipe de Gales en forma de donativo en metálico o regalando, así fue en el caso de Porcelanosa, alguno de sus productos.

La presencia de Camilla Parker se paga mucho más. Pero por otra parte, la duquesa de Cornualles no siempre acepta, como jamás lo hace la reina Isabel, y considera esas cenas como noches de trabajo de su marido.
Y tampoco esas recepciones son bien aceptadas por la prensa británica. Cuando la empresa de cerámicas de Villareal obsequió por su enlace a Guillermo y Catalina, alicatando gratis los cuartos de baño y la cocina de su residencia, la prensa inglesa criticó ferozmente al heredero del heredero, por aceptar este regalo de una empresa extranjera, habiendo azulejos ingleses más patrióticos.
Los tabloides británicos exigieron que los portavoces reales explicaran claramente si Porcelanosa era proveedora 'oficial' de la Casa Real, como se publicitó en alguna ocasión.
Porcelanosa también obsequió al príncipe en 2010 con una preciosa fuente estilo árabe para los jardines de Highgrove, otra de las residencias de su alteza real.

Una estrategia comercial, ampliamente difundida por el Hello británico, tan inteligente como efectiva. Porcelanosa desembarcó en Inglaterra con un amplio despliegue de tiendas y hoy el Reino Unido es el principal cliente en Europa de la empresa española.
A la familia Colonques le compensa pagar los elevados cachés de sus invitados especiales que giran en torno a Isabel Preysler, como Georges Clooney, Kevin Kostner o últimamente Richar Gere, cada vez que viajan a Londres, California o Nueva York, para la inauguración de una nueva sede. La difusión del reportaje en las docenas de ediciones de Hola y Hello de todo el mundo, son una publicidad impagable.
Hola tiene ya una pequeña redacción en Estados Unidos. La publicación ha empezado en Nueva York, aunque la tirada será de momento mensual. Se cumple así el sueño del desaparecido Eduardo Sánchez Junco de aprobar su asignatura pendiente de un Hola USA.
El miércoles veremos a Isabel Preysler, Vargas Llosa, Richar Gere, Cayetano Rivera y Eva González con el duque viudo de Alba, decorar las estancias de Windsor.
En estas imágenes de Informalia les vemos la víspera de la fiesta, bajo la lluvia londinense, reales como la vida misma.