Tiene 22, nació en Venezuela y es una amante de los coches y la repostería. Así es Garbiñe Muguruza, la nueva campeona de Rolland Garros tras vencer a la mejor jugadora del momento, Serena Williams. Esta victoria catapulta a la tenista al número 2 del ranking WTA, posicionándola como la nueva cara del tenis para los próximos años.
Garbiñe nació en Guatire, Venezuela, el 8 de octubre de 1993. Su padre es vasco y su madre venezolana, algo que le ha hecho dudar si representar a España o, por contra, a Venezuela. Ella reconocía, entonces, que era "elegir entre mamá y papá". Finalmente, se decantó por España hace tan solo un año, participando en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro defendiendo la bandera española.

Pasó su infancia jugando al tenis. Primero en Venezuela, donde iba a un club de tenis venezolano los fines de semana con sus padres. Y después en España, al mudarse con tan solo 6 años, donde se ha formado en la Academia Bruguera de Barcelona, bajo la tutela de Alejo Mancisidor.
Garbiñe es una apasiona el deporte, sin embargo, también se divierte en la cocina. Se declara golosa confesa, intentando frenarse ante los dulces para no cometer excesos. Además, es melómana, desde su entorno, dicen que sabe una barbaridad de música. Le gusta David Guetta, cuya música escucha antes de salir a la cancha. Pero le fascina Entre dos aguas de Paco de Lucía, canción que escucha cada mañana a modo de despertador.

La tenista es una gran amante del mundo del motor. Le encantan los coches y cuando el circuito femenino le da un respiro, conduce un Porsche todoterreno que ella misma tuneó.
También se interesa por el mundo de la moda y, cuando se quita la ropa de tenis, viste con vestidos cortos, ajustados y con 'stilettos', luciendo sus largas piernas. Pronto se convertirá en reclamo para marcas de moda, pues mide 183 centímetros y tiene un cuerpo poderoso de armoniosas facciones.

Entre torneo y torneo, una de sus grandes pasiones es viajar. Este año ha visitado Marrakech, París y Tailandia. También revela que lo que peor lleva del duro circuito de tenis, en el que los torneos y los viajes se suceden, es la soledad que le acompaña.
En la pista ya es una de las tenistas más buscadas de la competición. Su imagen aparece siempre junto a la de Serena, siendo los dos rostros visibles en los torneos. Garbiñe, de hecho, es una de las musas de Stella McCartney. La hija de Paul McCartney es la encargada de diseñar los exclusivos trajes de Adidas que luce en los campeonatos.

De carácter fuerte y ganador, Muguruza se desmarca del prototipo de tenista actual. Se declara "un poco rebelde", aunque reconoce que eso "va con la edad". De momento, nadie parece haber conquistado el carácter de la tenista, ya que no se le conoce ningún novio y ella ha declarado que, ahora mismo, no le interesa tener relación sentimental alguna.
BBVA es una de las compañías que se han visto atraidas por su imagen. La prestigiosa entidad bancaria le ha convertido en la primera mujer embajadora permanente de su firma. Actualmente cuenta con el apoyo de Babolat, la marca de raquetas, y está representada por IMG, una de las agencias de representación más poderosas del mundo. "Ahora estoy más expuesta, todos me observan. Es el precio del éxito", desveló a Papel sobre esta alta exposición pública. "A ratos lo disfrutas y a ratos lo sufres. Agota, estresa... Pero me encuentro en una posición fantástica y no me voy a quejar", concluyó.

Finalista en Wimbledon y ganadora en Rolland Garros, la tenista asciende imparable hacia el número uno, su gran objetivo. A buen seguro que lo conseguirá. Ha nacido una estrella. Recuerden su nombre, Garbiñe Muguruza.