Se les esperaba como agua de mayo y no han defraudado. Pedro Almodóvar y toda su 'troupe' han aterrizado en Cannes y han lucido en la alfombra roja sus mejores sonrisas. Presentaban Julieta, la última obra del cineasta manchego, cuyo lanzamiento se vio salpicado por los Papeles de Panamá y la sonada bronca entre las dos protagonistas, Adriana Ugarte y Emma Suárez.
Este lunes, las 'Julietas' de Almodóvar eran todo sonrisas y buen rollo, pura complicidad con su jefe, al que se ha visto mucho más relajado y parlanchín de lo que se mostró en España hace unas semanas. La aparición de su nombre y el de su hermano como propietarios de una sociedad offshore con sede en las Islas Vírgenes le trastocó los planes de un lanzamiento que prometía ser legendario y la política de negación y silencio no le ayudó a levantar su imagen. En el Festival de Cine mediterráneo ha decidido cambiar su estrategia y hasta consintió preguntas incómodas en la rueda de presentación: "Si los Papeles de Panamá fueran una película, mi hermano y yo seríamos unos figurantes. El problema es que en la prensa española nos han tratado como absolutos protagonistas", aseguró Almodóvar a un periodista inglés.
El cineasta manchego compartió su protagonismo con Adriana Ugarte y Emma Suárez, que se mostraron chisposas, simpáticas y muy unidas en la alfombra de Cannes. Vestidas de rojo, posaron sonrientes y abrazadas, dejando claro que la monumental bronca que protagonizaron en una radio hace unas semanas, durante la promoción española de la película, ya es historia.
Junto a ellas el resto de las 'chicas' Almodóvar: Michelle Jenner e Inma Cuesta, que encandilaron a los fotógrafos y a todos los presentes vestidas de blanco, y Rossy de Palma, cuya interpretación en Julieta es una de las favoritas del jurado en Cannes. El viernes lo podrá celebrar junto a sus grandes amigos Javier Bardem y Penélope Cruz, que llegarán para promocionar Escobar, la película sobre el famoso narcotraficante dirigida por Fernando León de Aranoa.
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