Ajenos a problemas e inspecciones fiscales, Vargas Llosa y Preysler, cómo no, bailaron tango durante su estancia en Argentina. Sabíamos que habían acudido al teatro para ver el musical Franciscus y que había cenado con el presidente Macri y la Primera Dama de la república pero ahora hemos osido verles en acción rindiéndose al ritmo más querido por aquella zona del planeta.
Fue el 3 de mayo cuando ambos decidieron ir a una clase de 2x4 en Gala Tango, en el barrio de San Telmo. Con un sombrero de fieltro negro, el premio Nobel supo como buen maestro llevar a su novia, que aprovechó para lucir tipo a sus 65 años con un pantalón de cuero, unos tacones de aguja, una boa de pluma encarnada y, sobre todo, una sonrisa amplia que da fe de la felicidad que une a estos dos enamorados como si tuvieran 16 años.
La mamá de Enrique Iglesias y el escritor peruano posaron para regocijo de los aistentes: gracias a uno de ellos, que disparó su móvil, tenemos este recuerdo que recoge Hola en su edición Argentina.
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