La nueva y multimillonaria conquista del jinete ya tiene nombre y apellidos. Se llama Raquel Bernal, se presentó a Miss Venezuela como reina de la belleza de Mérida y tras una etapa muy "divertida" junto a su amiga Viviana Gibelli, contrajo matrimonio con el que fuera presidente de la Bolsa de Valores de Caracas, Víctor Flores, con el que tiene una hija de 15 años que se ha convertido ya en la sensación de las fiestas de la jet-set venezolana.
Los contactos y relaciones de éste le valieron a Bernal para tramarse una red de amistades que manejó magistralmente tras su separación. Gracias a ello, entró a formar parte de un importante grupo inversor que lleva a cabo importantes negocios inmobiliarios y que gestiona ahora la compra de un gran hotel en Santo Domingo por un precio de 75 millones de dólares, el mismo en el que fue fotografiada con Álvaro Muñoz Escassi hace unos días. Su trabajo le ha permitido adquirir una mansión en la isla caribeña de La Romana, que aseguran es la envidia de la jet-set, y otra en la urbanización madrileña de La Moraleja.
A pesar de que visita a menudo Madrid, no forma parte del círculo de amistades de otros venezolanos afincados en España, como Carolina Herrera o Margarita Vargas, pero sí se mueve por las 'altas esferas'. Sin ir más lejos, pagó 30.000 euros durante una subasta benéfica para 'llevarse' una cena privada con Antonio Banderas.

El currículum sentimental de Bernal es bastante agitado aunque ninguno de sus romances han llegado a estar confirmados. Tras su separación de Víctor Flores, ha sido relacionada con el general chavista Víctor Cruz Weffer, el militar y político Raúl Isaías Baduel, el mismísimo presidente Hugo Chávez y con el cantante Luis Fonsi, entre otros.

Raquel Bernal saltaba a los titulares de los medios españoles hace una semana, cuando una fotografía robada dejaba al descubierto su amistad con el jinete Álvaro Muñoz Escassi. La periodista Chelo García-Cortés aseguró que la venezolana era la nueva conquista del ex de Lara Dibildos y que estaba tan enamorada de él que estaría pensando, incluso, en boda.
