Iba solo a entregar un galardón pero se convirtió en el gran protagonista de la 69 edición de los Premios BAFTA, robando incluso ese honor a Leo DiCaprio y su película, El Renacido. Y es que Tom Cruise acaparó todos los focos gracias al renovado aspecto que lució durante la gala celebrada en Londres.
El actor sorprendió con un cambio de imagen al más puro estilo Renée Zellweger, con un rostro particularmente hinchado, que parece corresponder a un retoque estético más que a un aumento de peso.
De esta forma, el intérprete de 53 años se une al club de los famosos hollywoodenses que han caído en las redes de la cirugía, entre los que destacan John Travolta, Mickey Rourke, Arnold Schwarzenegger y Sylvester Stallone. Todos ellos, obsesionados por su imagen, al igual que Cruise.
Pero sin duda el cambio por excelencia fue el que lució Zellweger a finales de 2014, cuando se retocó las mejillas y se corrigió la nariz, además de realizarse un estiramiento en los párpados y aplicarse bótox en su ahora lisa frente.
