En medio los triunfos deportivos pero también de las idas y venidas por los tribunales de varios de sus directivos y jugadores, el Barcelona busca dinero en los patrocinios y los blaugranas han puesto el ojo en Pepsi, la eterna rival de Coca Cola. No tendría mayor importancia si no fuera porque el vicepresidente segundo de la entidad, Carles Vilarrubí, está casado con Sol Daurella, presidenta de Coca Cola en Europa.
Esta circunstancia ha puesto en una situación difícil al directivo catalán, según fuentes citadas por OK Diario, medio que afirma que las negociaciones con la competencia directa de Coca Cola están avanzadas. El Barça ya trabajaba con Gatorade (del mismo grupo que Pepsi), que patrocina los artículos de nutrición deportiva del primer equipo.
El marido de la presidenta de Coca Cola Iberian Partners, Sol Daurella, es además de vicepresidente del Barcelona socio en varios negocios de Javier Godó (conde de Godó), con quien gestiona por ejemplo la emisora de radio catalana RAC1.
Daurella, que actualmente tiene su residencia oficial en Londres por exigencias de su cargo como máxima responsable de Coca Cola en Europa, es también copresidenta de Cacaolat y consejera del Banco Santander.
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