El presidente del Real Madrid está acostumbrado a desmentir: lo del ático es lo último que ha negado pero ha habido ocasiones memorables en las que ha tenido que salir al paso. "Nunca he utilizado el despacho del Real Madrid. Mi despacho es ACS. Yo hago bastante con ayudar al Real Madrid. El equipo tiene sus ejecutivos. Yo no gano dinero allí. Mi vida es ACS (Actividad de Construcción y Servicios). Es que me hace preguntas que no me gustan", declaraba Florentino Pérez a finales de abril de 2015 ante el juez Eloy Velasco, de la Audiencia Nacional.
El magistrado le preguntaba por la trama Púnica, de la que se desmarcaba, y por el pago de 300.000 euros (25.000 mensuales) a la firma Eico, del conseguidor Alejandro de Pedro, con quien firmara un contrato para posicionamiento en redes sociales, o lo que viene a ser lo mismo, un lavado de imagen en toda regla para que desapareciera cualquier brizna de sospecha sobre su gestión en el mejor club del siglo XX o de los jugadores de la plantilla madridista. En su declaración, Florentino niega nexo alguno con Francisco Granados y el PP.
Florentino Pérez, (8 de marzo de 1947) socio 3.018 del Real Madrid, doce años divididos en dos mandatos como presidente al frente del club (2000-2006 y 2009-? ), ha conseguido 14 títulos en todo este tiempo con una inversión de 1.200 millones de euros. Cada conquista ha supuesto un gasto de 85 millones. Eso sí, ha lanzado de tal manera la imagen del Madrid que, según Forbes, le ha convertido en el club deportivo más valorado del mundo: 3.260 millones de dólares, seguido de los Dallas Cowboys y los New York Yankees (3.200) y el Barcelona (3.160). También es el club de fútbol que más ingresa cada año; en 2015: 577 millones de euros, por delante del Barcelona (560,8) y del Manchester United (519,5).
El poderío del Madrid comienza en el palco del Bernabéu, donde Florentino congrega a ministros, expresidentes del Gobierno -o mejor, expresidente Aznar-, banqueros, empresarios, diplomáticos, sindicalistas, periodistas y un largo etcétera de personas influyentes, muchas de las cuales con la excusa del partido hacen negocios. Dijo Ramón Mendoza que el palco del Madrid tenía más influencia que un Consejo de Ministros. Frase lapidaria que se corresponde con la máxima expresión del show business del siglo XXI, donde Pérez se mueve como pez en el agua. Pero le ha costado llegar hasta ahí, igualque le ha costado llegar a ser uno de los 15 españoles más ricos del país con una fortuna de 2.000 millones de euros, según Forbes, lejísimos aún del inalcanzable Amancio Ortega (65.000), líder indiscutible.
Cuando Florentino ganó las elecciones a la presidencia del Real Madrid en el año 2000, accedió al cargo precedido de una merecida fama de hombre emprendedor, "un tiburón en los negocios", según le calificó un secretario de Estado para el Deporte, que derivó en el "ser superior", según definición de Emilio Butragueño. En esa primera época, ACS tenía 125.000 empleados que le daban "menos dolores de cabeza que los 25 jugadores de la primera plantilla". Terminó tan harto de los figuras que el 27 de febrero de 2006 presentó su dimisión tras reconocer que los había "malcriado". Ocupó su puesto Fernando Martín, pero él nunca se alejó del club; es más, desde su despacho de ACS manejaba los hilos y fue decisivo en la desaparición del empresario vallisoletano tras 50 días en la presidencia.
La elección de Ramón Calderón no le satisfizo y trabajó en la sombra para desbancarle. El abogado estuvo inmerso en escándalos reales y ficticios, alimentados por un sector periodístico más próximo al 102 de Pío XII que a Concha Espina 1. Tras el derroque de Calderón y el efímero paso de Vicente Boluda,
Florentino reapareció en plan salvador y con ideas que en su caso no son originales para redimir al club. Si en su primer época fichó por 424 millones, en la segunda ha gastado cerca de 800. Primero fueron Figo, Zidane, Ronaldo y Beckham, más Owen, Woodgate, Samuel, Gravesen, Robinho, Ramos, Baptista, Diego, Pablo García, Cicinho y algún que otro Pavón; en la segunda arreó por idéntica senda porque en su credo presidencial siempre ha prevalecido aquello de fichar una figura cada temporada por lo menos. Cristiano ?cerrado el trato por Ramón Calderón-, Kaká, Benzema, Di María, Özil, Modric, Isco, Illarramendi, Kroos, Coentrao o Bale fueron llegando al club con desigual fortuna.
Si en el primer mandato Florentino utilizó la imagen de los galácticos, sobre todo de Beckham, y el afianzamiento del Madrid en todo el mundo como embajadores de ACS, en la segunda sólo las casualidades, si lo son, señalan los fichajes del colombiano James, el costarricense Keylor Navas y el efímero mexicano Chicharito para expandir los negocios de ACS en esos países hispanoamericanos. También la contratación de ese talento todavía por explotar, el noruego Odegaard, enlazó los destinos nórdicos de la multinacional española con el hoy futbolista del Castilla. Sin embargo, la línea de negocio de ACS, con más de 200.000 empleados en la actualidad, abarca un 85% de la totalidad en el mundo y sólo un 15% en España tras la explosión de la burbuja inmobiliaria en 2008.
Florentino Pérez, ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, por medio de inversiones Vesán, la sociedad patrimonial con la que controla el 12,5% de la constructora, acumula una deuda de 414,7 millones, aunque posee unos activos valorados en 800 millones.
Todo nació en 1983, cuando puso la primera piedra del imperio con Construcciones Padrós. Después llegaron las incorporaciones, de Imes (alumbrado público) y Vetresa (tratamiento de residuos) en el año 2000; en 2003, la fusión con Dragados. Y además Urbaser (servicios industriales y transportes) participada al ciento por ciento, y que quizá se vea obligado a vender por 2.500 millones, más un 20% de Abertis (concesionaria) y otro tanto de Urbis (inmobiliaria). En el negocio internacional, según aparece en la memoria del grupo, en "el año 2007 adquiere una participación significativa en Hochtief, uno de los líderes mundiales en el desarrollo de infraestructuras, con una fuerte presencia en EE.UU., Europa Central, Australia y el Sudeste Asiático, una operación encaminada a proporcionar al Grupo ACS de una plataforma para acelerar su expansión internacional". En 2011 añade a Turner y Leighton Cimic, con la que afronta importantes obras en Nueva Zelanda y en Australia.
El crecimiento de la empresa es tan evidente como la deuda, en torno a los 3.800 millones de euros. Y eso son dificultades; no obstante la influencia de Florentino Pérez, que ni bebe, ni fuma, que viste con sobriedad, habitualmente de azul marino, con camisa azul clara y corbata también azul, no decae, como su gusto por las lentejas, su plato preferido. Tiene yate, que apenas utiliza, y ha desmentido que su último capricho haya sido un ático de 600 metros cuadrados en el exclusivo edificio One57 de Nueva York, como se había publicado. Se dijo que le había costado 40 millones de euros y que le había servido de guía en la adquisición el italiano Alessandro Proto, socio de Cristiano Ronaldo en Proto Group.
Pérez, en declaraciones a Europa Press, salía así al paso de informaciones publicadas este fin de semana en las que se afirmaba que el máximo mandatario blanco había adquirido un ático en un lujoso edificio de Manhattan. Florentino Pérez, que ha calificado todo lo relativo a esta información de "absolutamente falso y carente de todo fundamento", ha lamentado que nadie haya intentado contrastarla con él.
"Por tanto, ni yo ni ninguna de mis sociedades han comprado, o intentado comprar, ni ático, ni cualquier otra propiedad en Nueva York. Es más, ni en EEUU ni en ninguna otra parte del mundo", ha asegurado. Por ello, el primer ejecutivo de ACS ha cursado instrucciones a sus abogados para que interpongan la correspondiente demanda en defensa de su honor.
El presidente del Real Madrid es sobre todas las cosas viudo de María Ángeles Sandoval, Pitina, desde el 22 de mayo de 2012 (en la imagen, junto a ella). Fue el amor de su vida. Lo demás son rumores y, sobre todo, el mundo empresarial, donde mejor se mueve el tiburón de los negocios.
