A pocas horas de que una infanta de España haga historia sentada en un banquillo de acusados, Carlos García Revenga, el que fuera secretario de Cristina y de su hemana Elena podría haber encontrado trabajo en una inmobiliaria dedicada a la venta y alquiler de viviendas y pisos de lujo.
García Revenga, antiguo profesor de colegio de las infantas Elena y Cristina, convertido años después en amigo personal y hombre de confianza de las hijas del rey don Juan Carlos, podría haber finalizado 2015, el año más negro de su vida, con una buena noticia.
Y es que no hay nada mejor para un hombre de 61 años, en paro y con una prestación de 921 euros al mes que encontrar trabajo.
Con la llegada de Felipe VI al trono de España y los aires renovadores del nuevo Rey, García Revenga fue despedido de su puesto en Zarzuela y dejó el palacio por la puerta de atrás. Pero no se conformó con finalizar así sus 22 años al servicio de la Casa del rey e interpuso una demanda por despido improcedente.

Meses antes había sido llamado a declarar como imputado ante el juez Castro, instructor de la causa contra Iñaki Urdangarín, en su calidad de tesorero del Instituto Noós. No obstante, finalmente fue levantada la imputación y declarará como testigo en el juicio que se inicia en Palma en los próximos días con la infanta en el banquillo.
Sin trabajo desde entonces y dedicado al cuidado de su madre, delicada de salud, García Revenga podría haber sido contratado por una inmobiliaria dedicada a la venta y alquiler de viviendas y pisos de lujo.
Un personaje como él, con una de las agendas mejores y más completas del país, podría ser un excelente vendedor para esos clientes millonarios a los que ha conocido en las mullidas alfombras de palacio.