Anthony Blake planteó en 2002 adivinar el número que resultaría premiado con el Gordo en el Sorteo de Navidad de la Lotería Nacional de aquel 22 de diciembre. "Es el reto más importante de mi vida", declaraba el mago a los medios. "Si fuera una tomadura de pelo, para mí sería un drama. Nadie me volvería nadie a mirar a la cara. Y profesionalmente sería la ruina y me tendría que ir de España", aseguraba. Sin embargo, fue una trampa hábilmente diseñada por el 'mago'.
La supuesta predicción del mentalista se produjo en el centro comercial La Vaguada de Madrid y el resultado quedó custodiado en una urna expuesta al público y vigilada las 24 horas del día por una cámara. Además, la imagen sería emitida sin interrupción por la página web de Antena 3, la misma cadena que organizó un programa especial para el día del sorteo en el que se resolvería el reto. Blake escribió la predicción (sin que nadie la viera), delante de las cámaras, en la primera página interior de su obra Tu poder intituivo. El libro se guardó en una caja de madera cerrada con tres llaves: una guardada por Blake, otra por la actriz Mar Saura, presentadora del programa, y otra por la empresa de seguridad Securitas Direct. La caja fue a su vez introducida bajo una urna de cristal que quedó a la vista del público del Centro Comercial, custodiada por dos vigilantes jurados durante las 24 horas. "No hago esto por dinero", se hartaba de repetir el mago para justificar la pregunta que media España se hacía: ¿Cómo era posible que no hubiera comprado ningún décimo del número ganador si conocía la cifra?
El día del sorteo, la urna fue trasladada a las 7:30 de la mañana desde La Vaguada, en un furgón blindado, hasta el estudio de Antena 3 TV desde donde se realizaba el programa. Se vio la llegada del vehículo al plató y cómo Blake no se acercaba en ningún momento a la urna. A las 10:30, los niños de San Ildefonso cantaron el Gordo, el 08.103, premiado con dos millones de euros. Mar Saura recogió las tres llaves, abrió la urna, sacó el libro de Blake y enseñó el número: ¡coincidía!
Los medios rápidamente destacaron la noticia. ¿Cómo era posible? Como se sospechaba en Antena 3, el mentalista simuló acertar el número valiéndose de un enano que había contratado y al que había encomendado que se escondiera bajo la urna supuestamente inexpugnable. Una vez allí, el enano conoció el gordo y dio el cambiazo poniendo el número que había sido premiado en lugar del otro. Pese a que la urna estuvo ciertamente vigilada por guardias de seguridad, hubo un momento para el truco, para la trampa en realidad: el de su traslado en el furgón blindado. Fueron los propios empleados de Antena 3 los que se dieron cuenta de que durante el traslado, dentro de la peana sobre la que iba la caja de madera, viajaba escondido un enano. Blake no lo negó y se limitó a decir irónico: "Después de enterarme de esa teoría, no tengo mucho que decir, la historia del enano se cae por su propio peso". Pero no lo ha vuelto a intentar.