Carrie Fisher y Mark Hamill tuvieron una importante misión antes de volver a protagonizar la nueva entrega de la saga creada por George Lucas. Los actores fueron obligados a seguir una estricta dieta para meterse de nuevo en la piel de sus históricos personajes.

Ellos mismos han confesado las duras condiciones que les impusieron para formar parte del reparto de Star Wars: El renacer de la fuerza durante una entrevista en la revista británica Good Housekeeping. Fisher, que interpreta a la princesa Leia, explicó que le obligaron a perder 15 kilos para poder regresar. "No me querían entera, solo tres cuartas partes de mí", ha bromeado.

Para cumplir esta misión, la actriz explicó que lo consiguió "de la misma forma que lo hace todo el mundo: no comer y hacer más ejercicio". No obstante, reconoce que le supuso un gran esfuerzo: "Me resulta más fácil añadir actividad física a mi vida diaria que privarme de algo de comer".

Además, Fisher ha criticado duramente la importancia que tiene la belleza en el mundo del cine: "Tratamos la belleza física como una meta. Siempre escuchas a la gente decir: 'se te ve bien, has perdido peso', pero nunca 'pareces feliz'", dice al tiempo que recomienda a Daisy Ridley, coprotagonista del filme luchar "para ponerte lo que quieras" y no ser "una esclava" como fue ella, en relación al provocador atuendo con el que apareció en 'El retorno de Jedi'.

Por su parte, Mark Hamill, que se meterá en la piel de Luke Skywalker, contó en una entrevista con la revista 'Rolling Stones' que perdió 20 kilos para poder encajar en su papel. "Lo he hecho con la dieta de si algo sabe bien, no lo comas", bromeó el actor mientras reconocía que le supuso un gran esfuerzo comer fruta y vegetales.

Durante su charla con el medio, el actor reveló que estuvo dudando un tiempo acerca volver a meterse en la piel de Skywalker. Su duda quedó resuelta al ver que volvían a la saga Harrison Ford y Carrie Fisher.

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