A sus 28 años ha estudiado Diseño de Moda, ejerce como responsable de expansión en un negocio familiar de jamones y lucha por conseguir su verdadero sueño: ser actriz. Ocupa el corazón del tricampeón desde hace cinco meses. Antes fue inquilina de otro corazón muy conocido: el de Piqué.
La tercera victoria de Jorge Lorenzo (28) en el campeonato mundial de Moto GP dejó al descubierto el nuevo amor del piloto, que celebró su triunfo con una fotografía de su chica en las redes sociales. Se llama Núria Tomás y la conocimos como novia de Gerard Piqué. Pero... ¿quién es la nueva conquista del mallorquín?
Es responsable de expansión del negocio de su familia, "Enrique Tomás". Son muy conocidos en la industria del jamón de pata negra y, aunque comenzaron con un pequeño puesto en el Mercado de la Salut de Barcelona, cuentan ya con más de 100 tiendas en todo el mundo (la última se abrió en el Soho, de Nueva York, el pasado mes de septiembre) y una facturación superior a los 50 millones de euros.


Pero la verdadera pasión de Núria es la moda. Estudió Diseño y Estilismo y aunque no llegó a terminar la carrera, ejerce de bloguera en las redes sociales. Además, quiere probar suerte en el mundo de la interpretación y se forma para ello en la escuela de Cristina Rota, en Madrid, desde hace dos años. Hace unas semanas se estrenó encima de las tablas con la obra Duendes, en el Teatro Zorrilla de Badalona, y debutará en la pequeña pantalla en la serie juvenil Yo quisiera, en Divinity (Mediaset).


Enamorada del deporte, de Elvis Preysley, de París y, desde hace cinco meses, de Jorge Lorenzo. De su pasado amoroso se sabe que estuvo cuatro años con el blaugrana Gerard Piqué, mientras que el currículum del piloto de Moto GP es algo más extenso: la cocinera Eva Perelló, la modelo catalana Noemí Perea y la modelo checo-italiana Francesa Lukasik, que se sepa. A pesar de su fama de conquistador, su círculo cercano asegura que su relación con Núria va en serio, que están muy enamorados y que ella ha sido su mayor apoyo en los últimos meses y, por tanto, una pieza clave en la tercera victoria mundial de Lorenzo.

