El actor no asistió a la boda de su hija, Isabella, que ha contraído matrimonio este fin de semana con el empresario Max Parker. Las malas lenguas aseguran que no fue invitado.
Parece que los niños se le revelan al protagonista de Misión Imposible. Si su relación con Suri, la hija que tuvo con Katie Holmes, anda de mal en peor, parece que la de Isabella ya está en punto muerto. Este fin de semana, la hija adoptiva de Tom Cruise y Nicole Kidman contrajo matrimonio con su novio, el empresario Max Parker, en una íntima ceremonia a la ni su padre ni su hermano Connor, al que supuestamente estaba muy unida, fueron invitados. Al menos ésta es la teoría que ha sonado con más fuerza, ya que la versión de que el actor y su hijo no querían armar revuelo mediático no ha resultado creíble para nadie. Sobre todo porque Nicole Kidman sí estuvo presente, muy guapa y sonriente, por cierto. Y ella también levanta, y no poco, revuelo mediático.
La ausencia de Tom Cruise en la boda de su hija ha sido de lo más sorprendente, ya que cuando Cruise y Kidman se separaron, tanto Isabella como Connor decidieron vivir con su padre. Los tres hicieron una piña y llegaron a estar tan unidos que la relación de los hermanos con su madre era prácticamente inexistente. Ahora, la ausencia de ambos en la boda de la benjamina deja entrever serios problemas en el seno familiar.
Isabella, que ejerce como experta en imagen personal, le dio el "sí, quiero" a su pareja en Londres, ciudad en la que reside desde hace dos años, y celebraron una gran fiesta con sus amigos más íntimos en el hotel The Dorchester. Lució un bonito vestido de falda midi, blanco y de encaje, y llegó a la iglesia en un bonito coche de estilo clásico adornado con coloridos globos.
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