Donald Trump, el candidato a presidir el partido republicano en 2016 se ha ganado la enemistad de decenas de famosos que, ofendidos por sus palabras, han querido hacer público su desacuerdo y antipatía hacia el magnate americano.
Tras declarar que la lactancia materna es "un asco", el calentamiento global "un invento para los chinos" o que Kristen Stewart "le fue infiel a Robert Pattinson como una perra y lo volverá a hacer", las últimas declaraciones del multimillonario han sido la gota que ha colmado el vaso para decenas de famosos, que se han rebelado públicamente en contra del candidato republicano.
Tras afirmar que los mexicanos "están trayendo sus drogas, su crimen y son unos violadores", multitud de actores y cantantes latinos y americanos han explotado. Cher fue de las primeras en mostrar su indignación a través de Twitter: "El ego de Donald Trump está tan inflado que podría ser el Hindenburg! En el diccionario al lado de 'estúpido odioso".
Ricky Martin se mostró más calmado pero no por ello menos duro: "Mucho odio e ignorancia en tu corazón, Trump". Además, el puertorriqueño, que anualmente realiza un torneo de golf en el Trump International Golf Club en West Palm Beach con fines benéficos, ha decidido cambiar la ubicación del evento tras las declaraciones del empresario.
La actriz estadounidense de origen hondureño América Ferrera aseguró que las de Trump son unas palabras "increíblemente ignorantes y racistas", mientras que Paulina Rubio se mostró de lo más enfadada: "Es un pendejo".
Shakira, conocida por su carácter pacifista pero luchador, también ha querido apoyar a los latinos: "Este discurso racista y odioso intenta dividir a un país que durante años se ha encaminado en la defensa de la diversidad y la democracia. Nadie viviendo en este siglo debería apoyar tanta ignorancia", afirmó en las redes sociales.

El candidato republicano se está ganando a pulso el odio de la mayor parte de los estadounidenses, sean o no famosos. En solo dos años, ha pasado de ser uno de los empresarios más ricos del mundo a uno de los más odiados. Está claro que la diplomacia no es lo suyo.