El actor ya disfruta de un merecido descanso estival y lo hace, como cada año, en su Cádiz del alma y con su más fiel compañera: su tabla de surf. Hugo Silva, que no se dejó ver cabalgando sobre las olas, portaba una tabla con un significado especial para él ya que pertenece a la organización Surving favela, una iniciativa solidaria que ayuda a los niños de las favelas de Río de Janeiro a encontrar una salida gracias al surf y con la que colabora el atractivo actor.
Con sombrero de cowboy, camiseta sin mangas y bermudas amplias, el protagonista de Las brujas de Zugarramurdi trató de pasar desapercibido con unas gafas de sol tipo espejo.
Al contrario que otros años, en los que se ha dejado ver muy sonriente y acompañado de un nutrido grupo de amigos, Hugo parecía algo triste, cabizbajo y solitario. Hace apenas unas semanas que puso punto y final a su relación sentimental con Mary Ruiz, la presentadora y actriz con la que salía desde hacía más de seis meses. Seguro que no faltarán candidatas para reemplazarla.
