Mientras Mariano Rajoy y el Partido Popular discutían el fin de semana el futuro de cara a las elecciones generales en el Madrid más caluroso de las últimas décadas, el ex presidente y la ex alcaldesa se escaparon a su residencia de Marbella, de 400 metros cuadrados, para disfrutar del mar y de los placeres de la vida, como por ejemplo, una comida en el restaurante El Ancla, a 80 euros por cabeza.
Mariano Rajoy y sus compañeros de partido se debatían en la Conferencia Política entre aferrarse a la tesis de que España se hundirá si ellos salen del Gobierno o renovarse para no sufrir en las generales el mismo descalabro que en las autonómicas. Pero una importante e influyente figura estuvo ausente: José María Aznar. No, una no: dos. Ana Botella, ex alcaldesa de Madrid y predecesora en el cargo de Manuela Carmena.
¿Dónde estaban los dos ex más famosos de viejo PP? Pues disfrutando del paraíso marbellí. Allí les descubrimos cuando fueron a comer a uno de sus restaurantes preferidos: El Ancla, un establecimiento donde se pueden degustar buenos chipirones y un besugo más que aceptable, entre otros manjares. Un lugar más bien caro, aunque no prohibitivo.
Los Aznar puede decirse que con su visita a su casa de Guadalmina han inaugurado su verano. Asiduos a la localidad malagueña desde hace ya una década, el matrominio ha disfrutado de su casa de Guadalmina Baja, reformada hace un año y medio, muy cercana a la playa y con una parcela de casi 2.000 metros cuadrados.
