Isabel Preysler ha roto su hermetismo y, sorprendentemente, se ha abierto en canal a la hora de hablar de Julio Iglesias, de los desaparecidos Miguel Boyer y Carlos Falcó y, por supuesto, de su actual pareja, Mario Vargas Llosa.
"He tenido la suerte también de haber dado con hombres que todos eran 'señores'. Con Julio mantuvimos la cordialidad por nuestros tres hijos. Carlos se podía haber portado fatal conmigo. Era una época todavía machista y se portó como un señor, un señor de los pies a la cabeza", confiesa sobre su primer y tercer marido a El Español. A Miguel Boyer le recuerda con un gran cariño e insiste en que se enamoró "locamente" de él.
Julio Iglesias
De su relación con nuestro cantante más internacional, a quien conoció tras dejar atrás Filipinas y mudarse a España, asegura: "No puedo decir que conocí a fondo el mundo artístico durante mi matrimonio con Julio, porque él tenía su mundo. No solía juntarse con otros artistas, aunque sí conocí a bastantes con él", explica en esta entrevista, tan poco frecuente en ella.

Juntos estuvieron casados de 1971 a 1979. Tuvieron a Chábeli, Julio José y Enrique. Reconoce que comenzó a ser independiente económicamente una vez que ambos emprendieron caminos por separado: "Cuando me separé de Julio y Eduardo Sánchez Junco me ofreció mi primer trabajo. Me pagaba muy bien las entrevistas que hacía a gente conocida internacionalmente".
Los comienzos de su relación los recuerda así: "A Julio, cuando nos casamos, le asombraba que yo no tuviera ningún interés por salir en la prensa y lo achacaba a mi falta de vanidad. Siempre di por sentado que el interés era por Julio y aceptaba posar con él siempre que me lo pedía".
El interés que siguió teniendo después, le pilló por sorpresa: "Nunca pensé que las cosas se desarrollarían de este modo. Ya metida en la vorágine de la prensa, por perfeccionista y algo maniática (que no por vanidad), me gusta que las fotos salgan bien". En este sentido, dice: "Cuando me separé de Julio, daba por hecho que se olvidarían de mí. Y pensé que llevaría una vida tranquila".
En este sentido, recuerda algo que le molestó profundamente: "Por ejemplo, esa frase que me achacaban 'tendré más portadas que tú'. Esa estupidez nunca la he dicho ni se me hubiese pasado por la cabeza. Cuando me separé de Julio, daba por hecho que se olvidarían de mí. Y pensé que llevaría una vida tranquila".
Carlos Falcó
De su segundo marido, el padre de Tamara Falcó, también habla en esta extensa entrevista, aunque pasa de puntillas: "El mundo aristocrático español está formado por una sociedad muy cerrada que me recibió sólo por haberme casado con Carlos (Falcó, marqués de Griñón)", asegura sobre el círculo al que perteneció su marido y que logró hacer suyo sin apenas 'esfuerzo'.

Sobre Miguel Boyer
Sobre el político todo son buenas palabras, incluso reconoce que con el socialista tenía más cosas en común (políticamente hablando) que con Vargas Llosa, que apoya públicamente a la derecha: "Miguel era un intelectual, pero con él viví mucho más el mundo político (...) Reconozco que estaba bastante de acuerdo en muchas cosas. Con Mario discuto más. No pasa nada".
Estar enamorada del que fuera ministro de Economía, Hacienda y Comercio de Felipe González no fue fácil, especialmente teniendo en cuenta la situación política que atravesaba el país: "Era muy conflictiva. Fue lo que me tocó. Me alegré cuando dejó la política. Todo el mundo creía que volvería porque estaba acostumbrado a mandar. Pero yo le veía encantado con su física, empezó a estudiar biología Leer y estudiar le apasionaban".

No obstante, la recuerda como una época de gran enriquecimiento personal e intelectual: "En casa se ha hablado mucho de política. Tratábamos a personas interesantes relacionadas con ese mundo. Era poco después de la Transición, que es tal vez la parte más interesante de nuestra historia reciente, y estábamos todos muy orgullosos de haber vivido esa etapa tan importante".
Con el padre de su hija Ana Boyer contrajo matrimonio en 1987. No se separaron hasta el día de la muerte del ex político en 2014, pese a que cuando Miguel dejó la política atravesaron un momento de discrepancia: "Reconozco que estaba enamoradísima de Miguel, pero no estaba lista para irme con él. Me dijo 'voy a dejar el Gobierno y necesito que te vengas conmigo'. ¿Qué haces? Al final, he hecho siempre lo que me ha dictado el corazón y no me ha ido mal", explica en este sentido.
Estuvieron juntos en las buenas y en las malas, en la salud y en la enfermedad... tal y como bien demostraron cuando él sufrió un ictus en 2012, motivo por el que Boyer cambió sus últimas voluntades: "Me enamoré locamente de Miguel. Estuve 30 años con él. Sufrí muchísimo cuando enfermó. Ver a un hombre tan inteligente caer enfermo de esa forma fue muy duro". Murió en septiembre de 2014 a causa de una embolia pulmonar.
Sus hijos y su familia son lo primero
Isabel tiene claras sus prioridades: "La principal, mi familia. Después, mis amigos, la gente que quiero y su felicidad".
Siempre ha intentado que sus cinco hijos se quieran como si fueran del mismo padre: "Cuando los hijos son de la misma madre, se unen más fácilmente. Mis cinco hijos se quieren como si fuesen hermanos, no hermanastros", añade.

Para ellos siempre ha tenido un consejo, aunque su propia libertad prima por encima de todo: "Las madres pensamos que debieran casarse con quien les convenga, no con quien quieran. Pero mis hijas me dirían 'Si tú has hecho todo lo contrario'. La verdad es que mis hijos se han casado o tienen parejas por amor y yo siempre les he apoyado".
Chábeli vive con su marido, Christian Altaba, y sus dos hijos en Estados Unidos; Julio José se separó de Charisse Verhaert a comienzos de 2021; Enrique continúa feliz con Anna Kournikova; Ana ha formado una bonita familia con Fernando Verdasco; y Tamara Falcó sigue loca de amor por su novio Íñigo Onieva.