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Tom Cruise, la estrella de Hollywood que recibirá un homenaje en el elitista Festival de Cannes

Rodó su primera película en 1981, Amor sin fin, y durante más de cuarenta años de carrera se ha mantenido en la cúspide de Hollywood. Tom Cruise tiene una trayectoria con títulos muy dispares, propia de un actor inconformista: en sus inicios fue un intérprete idolatrado por los adolescentes y los jóvenes. Pasaron los años y rodó cintas dirigidas a un público adulto y más minoritario para, finalmente, optar por el cine taquillero y de acción. El 18 de mayo, el Festival de Cannes, coincidiendo con el estreno de Top Gun: Maverick, le honrará por su carrera y por el 30 aniversario de la última vez que Cruise acudió al certamen para presentar Un horizonte muy lejano (1992).

Con su sonrisa 'profidén' conquistó al gran público, aunque los cinéfilos más exigentes le han mirado casi siempre con desdén e indiferencia. Le consideraban una estrella efímera, un actor de temporada que no aguantaría más de un verano en la jungla de Hollywood. Él se sentía menospreciado y pensaba que merecía más respeto.

Porfió para lograrlo y tuvo buenos maestros que le dieron el empujón que necesitaba. Ha sido moldeado para encarnar distintos personajes. Ha trabajado con Coppola, Martin Scorsese, Oliver Stone, Rob Reiner, Stanley Kubrick, Sidney Pollack, Paul Thomas Anderson, Steven Spielberg Robert Redford, una nómina de la que pueden presumir pocos actores. Y si se rubrica una filmografía en la que sobran taquillazos, tenemos a uno de esos actores que Hollywood quiere aunar la popularidad con el prestigio.

Como la mayoría de sus compañeros, en los inicios de su carrera tuvo de tragar muchos sapos, pero cada título le impulsaba para intentar que el siguiente fuera mejor. El director Franco Zeffirelli le dio un pequeño papel sin mucha trascendencia en Amor sin fin (1981), que tenía como protagonista a Brooke Shields, una de las actrices del momento gracias a El lago azul (1980). Cruise no tuvo ninguna posibilidad de lucimiento en esta cinta. Lo mismo le sucedió en Taps, más allá del honor (1981), en la que lo único que descubrimos fue lo bien que le sientan los uniformes militares. Su primer papel protagonista fue una simpleza llena de testosterona titulada Ir a perderlo... y perderse (1982). 

Coppola se presentó en su vida en Rebeldes (1983), una cinta coral en la que compartía reparto con algunos de los actores más prometedores de su generación: C. Thomas Howell, Matt DillonRalph Macchio, Patrick Swayze, Rob Lowe y Emilio Estevez.

Ese mismo año, con Risky Business, ya le echaba ojitos a los adolescentes y jóvenes, relación que se fortaleció con la cinta fantástica Legend (1985), dirigida por Ridley Scott, y, sobre todo con Top Gun (1986) en la que interpretaba a Maverick y compartía planos con Kelly McGillis y Val Kilmer.

El primer gran giro de su carrera fue El color del dinero (1986), un continuación algo atípica de El buscavidas (1961). En ella recibió una clase de interpretación de Paul Newman. A parte de ser gratis, fue muy bien retribuida. 

Volvió por sus fueros menos exigentes con Cocktail (1988). A pesar de que era manifiestamente mejorable, se saldó con uno de sus múltiples pelotazos en la taquilla. 

A la vuelva de la esquina le esperaba otro actor de postín, ya que la mayoría de sus interpretaciones en el pasado y en el futuro son oro: Dustin Hoffman. Con él filmó Rain Man (1988) y pudo comprobar en primera fila cómo Hoffman echaba el resto al meterse en la piel de un autista. Siguió la racha con Nacido el cuatro de julio (1989). Dirigido por Oliver Stone, ofreció al público uno de los personajes más comprometidas de su carrera, al encarnar, con contención y sin frivolizar, a un veterano de la guerra de Vietnam. Le hizo uno de sus muchos guiños al cine comercial con Días de trueno (1990), que solo se recuerda porque en ella conoció a su futura esposa, Nicole Kidman. El primer fruto cinematográfico del matrimonio fue Un horizonte muy lejano (1992). 

En los noventa consolidaba definitivamente su carrera y su dualidad entre el cine comercial y el más exigente con cintas como Algunos hombres buenos (1992). Destacar su particular duelo con un Jack Nicholson, que le fulminaba con la mirada. En La tapadera (1993) y Entrevista con el vampiro (1994) también trabajó con Brad Pitt y Antonio Banderas.

1996 fue el año de Jerry Maguire y Misión Imposible, en la que le acompañaron Kristin Scott-Thomas, Emmanuelle Béart, Jean Reno y Vanessa Redgrave, entre otros. El filme reventó la taquilla y Cruise lo convirtió en una saga.

Terminó la década con Eyes Wide Shut (1999), una compleja y retorcida cinta sobre la lívido y las fantasías sexuales que se convierten en realidad. Fue el segundo vástago cinematográfico de su matrimonio con Nicole Kidman, que tuvo como padrino a Stanley Kubrick.

Ese mismo año rueda la que posiblemente sea su mejor película, Magnolia, de Paul Thomas Anderson, que le propone el papel más complejo de su carrera y el más inesperado por sus seguidores. Hijo de un padre bastante cañero y que quiere reconciliarse con él al ver la muerte cara a cara. Cruise demuestra sus múltiples registros al abordar con crudeza, la exaltación, la furia, la duda, la culpa, el amor y el arrepentimiento. 

Inició el siglo con dos filmes de Misión Imposible (en 2000 y 2008). También con Minority Report (2002), de Steven Spielberg, con el que se reunió de nuevo en La guerra de los mundos (2005). También dio en la diana con El último samurai (2003), ambientada en el Japón antiguo y en la que no confiaba nadie.  

No se puede obviar que se desvinculó de la Paramount sin que eso se convirtiese en un lunar en su filmografía. Dirigido por Robert Redford, Meryl Streep le esperaba frente a las cámaras en Leones por corderos (2007), una película de corte político. En 2008 estrenó Walkiria, que es fallida a pesar de encarnar al coronel Von Stauffenberg, el encargado de preparar un plan para matar a Hitler

Continuó en su zona de confort con tres cintas más de Misión imposible. Misión imposible: protocolo fantasma (2011), Misión imposible: nación secreta (2015) y Misión imposible-Fallout (2018), que recaudó casi 800 millones de dólares en el mundo. 

La momia (2017) no funcionó. Las aventuras en el Egipto contemporáneo y en el antiguo no sedujo a los espectadores.

Fue un rasguño del que se le curó rápidamente con una nueva entrega de Misión imposible y en Top Gun: Maverick

Tom Cruise ha sido candidato al Oscar en tres ocasiones. Por Nacido el cuatro de julio (como Mejor Actor), por Jerry Maguire (en la misma categoría) y por Magnolia, en la categoría de Mejor Actor de Reparto. Sin duda, sobran películas para que Cannes honre su carrera.

Una vida privada en entredicho

Una de las escenas más rocambolescas de su vida pública fue cuando en 2004 se presentó en Madrid para inaugurar la sede de la Iglesia de la Cienciología. Es uno de sus seguidores más fervientes, ya que, según él, le ayudó a superar la dislexia que le torturaba. Ingresó a través de su primera esposa, más mayor que él, la actriz Mimi Rogers (La sombra del testigo). Se casaron en 1987 y se divorciaron en 1990.

Su segunda esposa fue Nicole Kidman, a la que conoció durante el rodaje de Días de trueno. Estuvieron juntos desde 1990 hasta 2001. Durante ese tiempo adoptaron dos hijos, Isabella Jane y Anthony Connor.

Se dice que el rodaje de Eyes Wide Shut y la Cienciología fueron bombas de relojería para su estabilidad sentimental. Sin embargo, no tardó el saltar el rumor de que Cruise era homosexual y que se casó con Kidman para ocultar su supuesta orientación sexual. Mientras, de ella decían que se beneficiaba de tener un esposo tan famoso para hacerse un nombre en Hollywood. Posteriormente tuvo un breve romance con Penélope Cruz, con la que trabajó en Vanilla Sky (2001). 

La siguiente sería Katie Holmes, a la que conoció mientras buscaba a la coprotagonista de Misión imposible 3. Se les vio juntos por primera vez en 2005, en Roma, en la entrega de los Premios David de Donatello. Ese mismo año le pidió matrimonio en la Torre Eiffel. Poco después, un exultante Cruise anunció que Holmes estaba embarazada. En 2006 nació Suri. Se casaron ese año. En 2012, la actriz solicitó el divorcio. ¿La causa? La Cienciología. El actor no ve a su hija desde hace 6 años. 

El último romance conocido es el que mantuvo con la actriz británica Hayley Atwell, de la que se separó recientemente.

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