Le salió el tiro por la culata. El chatarrero Luismi Rodríguez apareció en la Feria de Abril acompañado de Mari Ángeles Grajal, que en enero perdió a su marido Jaime Ostos.

Mientras el ex de Carmen Martínez Bordiú y Ágatha Ruiz de la Prada jugó con la ambigüedad sin confirmar o desmentir un posible escarceo sentimental, Mari Ángeles niega tajantemente la posibilidad de un acercamiento amoroso. Demuestra su enfado ante "este tipo de invenciones", además de explicar de qué conoce al empresario de desguaces: "Era amigo de Jaime y mío", justificó la doctora.

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Este viernes la vimos en la plaza de La Maestranza junto a Gabriela, hija de su fallecido marido, con la que mantiene una relación de cariño y complicidad.

Grajal abandonó este sábado la capital sevillana tras pasar una semana asistiendo a las corridas de toros y disfrutando de la Feria en casetas de amigos. El nombre de Jaime ha estado presente en todas sus conversaciones, tal es el gran recuerdo que le queda de su marido. Todo el mundo le preguntó por su estado de ánimo y le mostraba su apoyo incondicional.

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El lunes regresará a su consulta en un hospital madrileño. Además, tiene puesta a la venta la casa en la que vivió tantos años con su esposo. Su intención es dejar la urbanización donde vive con su hijo Jacobo en las afueras y trasladarse a un piso más pequeño en una zona exclusiva de Madrid.

La muerte de Jaime en Colombia, a principios de enero, fue el golpe más duro en la vida de Mari Ángeles. "Le tengo presente cada minuto de mi vida y es imposible olvidar los maravillosos momentos que pasamos juntos", repite.

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