Una inesperada complicación retrasó la operación de tibia y peroné de Belén Esteban, que iba a pasar por quirófano el pasado jueves 28 de abril. Una semana después, la princesa del pueblo ha ingresado finalmente en el Hospital de La Luz de Madrid para someterse a la intervención.

Una vez más, la de Paracuellos se ha trasladado hasta el centro hospitalario acompañada por su inseparable marido, Miguel Marcos. Tiene a su lado a un experto en este tipo de traslados, ya que profesionalmente se dedica a la conducción de ambulancias.

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En esta ocasión, las cámaras tampoco han podido captar ninguna imagen de la colaboradora. La ambulancia ha entrado al garaje de su casa y dentro a hecho unas cuantas maniobras para encontrar el ángulo perfecto y evitar que los fotógrafos obtuvieran una imagen suya.

La semana pasada también resultó imposible obtener una sola fotografía, ya que se cubrió de sábanas y mantas para que los objetivos de las cámaras no la captasen.

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Belén se rompió la tibia y el peroné el pasado 25 de abril cuando cayó desde una barra en el plató de Sálvame. Tres días después la iban a operar, pero los médicos tuvieron que retrasar la intervención porque la escayola que le colocaron le ocasionó varias úlceras y llagas en la pierna que podrían infectarse en el quirófano. La tertuliana de Sálvame ha tenido entonces que esperar a que esas heridas curen. 

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