Es tal el odio que exhibe Jorge Javier Vázquez hacia Antonio David Flores que lo hace extensible a Marta Riesco, actual novia del ex de Rocío Carrasco. Los desprecios y ninguneos del presentador hacia la que denomina como "esa chica que sale algunas veces en El programa de Ana Rosa", son continuos, y una persona del círculo más cercano del conductor de Sálvame deja entrever a Informalia que "Jorge no frenará en sus ataques hasta que echen a Marta de Telecinco. Lo tiene muy claro. Y no se reprime lo más mínimo".
Pero es tan descarado y tan subjetivo cuando habla de Riesco que se está ganando algunos enemigos en su propia cadena: aquellos que consideran que un presentador debe limitarse a contar la noticia y no a decantarse por una de las partes.
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Este martes, dos miembros del equipo de Sálvame comentaban en los pasillos de la cadena que "Jorge está yendo demasiado lejos en sus ataques contra Marta, se le nota demasiado el plumero, no se puede llegar al insulto, ha traspasado los límites del respeto. Le guste o no, Marta Riesco trabaja en esta empresa. Y se merece respeto". Los interlocutores estaban dialogando junto a la sala de peluquería y maquillaje. A la vista de todo el mundo.
Tampoco en las alturas de Mediaset gustan las formas de Vázquez. Y podrían haberle enviado un sutil mensaje para que modere sus expresiones. Hay que huir del chabacanismo gratuito. Del insulto innecesario.

La cuestión es que la difícil etapa por la que está pasando Sálvame, con una audiencia mermada y superada por algunos de los programas vespertinos de Antena 3, llevan al nerviosismo y la tensión. La violencia contra Marta Riesco y otros cambios incluidos últimamente en el formato han logrado subir el número de espectadores.
Jorge Javier, sin embargo, no ha obtenido el rotundo éxito que se esperaba al frente de Supervivientes. Más nervios añadidos. Las estructuras tiemblan. Además, hay quienes califican de gafe a un Sálvame que ha visto en poco tiempo cómo se lesionaban algunos de su troupe, como son los casos de Belén Esteban o Lydia Lozano, sin olvidarnos de la estrepitosa caída de Chelo García Cortés o el accidente de Belén Rodríguez. Del fracaso físico de Kiko Matamoros, mejor no hablar. Eso sí, los golpes, las roturas, las bragas, los gritos, los desprecios y los insultos están haciendo crecer la audiencia.