Por segunda vez, Madrid ha sido el escenario de los Premios Platino, los galardones que distinguen a las mejores películas, series, músicos, actores y actrices iberoamericanos, en un acertado mestizaje de las producciones españolas y latinas, Brasil incluido. Por estar, estuvo hasta el defensa del Real Madrid, Marcelo, celebrando su título de Liga.
Uno de los invitados más sorprendentes para tratarse de una noche de cine fue el defensa carioca, que celebraba la Liga y acudió con su mujer. El defensa brasileño cambió por una vez la camiseta blanca del Real Madrid por un elegante traje oscuro de chaqueta y pantalón. Su esposa, Clarice Alves, madre de los hijos del matrimonio, Enzo y Liam, lucía un modelo de color negro.
La gala, organizada por la empresa del productor cinematográfico y presidente del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo, reunió a 1.500 personas en el Palacio de Congresos de la capital. Todo estuvo perfectamente organizado y el espectáculo fue ágil, con ritmo, diversión y entretenimiento, sin el artificio y solemnidad innecesaria que a veces tiene la entrega de los Goya, aunque falló el arriesgado número de los carteles que debían exhibir la frase Iberoamérica por la paz.
Entre los estilismos, tanto en la alfombra roja como en el escenario, llamaron la atención los de Aitana Sánchez Gijón, premiada y verdadera reina de la noche, y Paula Echevarría, las dos de blanco, Juana Acosta, con su novio, espectacular en negro la colombiana, como las trasparencias de Maribel Verdú,
Artistas importantes del cine mexicano, como Diego Boneta, el actor de la serie sobre Luis Miguel, chilenos, argentinos y otras cinematografías latinoamericanas, coincidieron en la importancia de estos premios, como plataforma de encuentro entre los productores de unos y otros países, que además de tener una misma lengua, comparten historia y sentimientos afines.
Otros actores como Chino Darín, Dario Grandinetti, que estuvo acompañado por su novia Pastora Vega, o la colombiana Juana Acosta, trabajan tanto en España, sin olvidar a Cecilia Roth, que acaba de recoger el premio Cervantes representado a Cristina Peri Rossi.
Miguel Ángel Muñoz y la argentina Lali Espósito actuaron como presentadores, y formaron pareja con una actuación medida. Hubo números musicales de las dos orillas. Desde el homenaje al mejicano Vicente Fernández a Rozalén y una espléndida Ana Belén, cerrando la gala.
Las estatuillas, además del Platino de Honor para Carmen Maura, volvieron a recaer en los títulos, directores y actores más premiados de los últimos meses, como Blanca Portillo, por Maixabel. En el día del trabajo, El Buen patrón, de Fernando León de Aranoa, se llevó su galardón. Javier Bardem recordó a Pilar Bardem, porque también era el día de la Madre. Javier Cámara, Cecilia Suárez, de La casa de las flores, y sobre todo una espectacular Aitana Sánchez Gijón, que fue premiada por su "madre imperfecta" de Madres paralelas, y agradeció a Almodóvar su papel.
Juan Diego
Los agradecimientos de los premiados fueron breves y con mensaje. Hubo menciones muy emotivas por muchos de ellos a Juan Diego, fallecido esta misma semana, y una performance, dedicada a la paz y contra la guerra en Ucrania.
Al finalizar la gala, se celebró una gran fiesta, ya para menos invitados, organizada por Orson Salazar, el marido de Paz Vega. Por cierto, la actriz sevillana rueda una serie para Netflix, producida nada menos que por Ridley Scott.