Solo ha sido un respiro, un paréntesis en la peor semana en la vida de Luis Medina Abascal, el aristócrata acusado de falsedad documental, alzamiento de bienes y estafa por vender a precios desorbitantes material sanitario al Ayuntamiento de Madrid. Después de su declaración el pasado lunes, ante el magistrado del Juzgado de Instrucción número 47, Adolfo Carretero, que le pedía una fianza de más de 900.000 euros, su abogado Carlos Teixidor encontró una fórmula para salir del paso.
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Y es que ni Luis ni su madre, Naty Abascal, o su hermano Rafael, tienen fortuna ni liquidez para haber respaldado económicamente al presunto culpable ante la petición judicial. Su defensa se ha apoyado en la sentencia de diciembre de 2021, relativa al pleito que enfrenta a los hermanos Medina, sus primos Alexander y Victoria, actual duquesa de Medinaceli, y sus otras primas, Victoria y Casilda, contra su tío Ignacio, duque de Segorbe, por la herencia de María Victoria, abuela y bisabuela de todos los demandantes.

La difunta duquesa de Medinaceli dejó estipulado en su testamento que sus cuatro hijos heredaran por igual. Pero a su muerte, en 2013, la duquesa solo tenía a Ignacio como único hijo vivo; los otros tres, Ana, Luis y Rafael, fallecieron antes que su madre. Así, los nietos heredaban directamente a su abuela y también los dos hijos de su nieto Marco, también fallecido.
Según el albacea partidor, a cada nieto, entre ellos Luis Medina, le corresponderían 4.119.095,81 euros, pero Ignacio, el único hijo de la duquesa que vive (tío de Luis) y que ha manejado desde siempre los asuntos económicos de su madre, no está dispuesto a repartir nada entre sus sobrinos. Alega que cuando se creó la Fundación Medinaceli en 1978, la duquesa manifestó que todos sus bienes pasarían a formar parte de dicha entidad. Algo que hizo también la duquesa de Alba, aunque Cayetana no incluyó todas sus obras de arte ni propiedades inmobiliarias entre los bienes de la Fundación Casa de Alba, con lo cual sus hijos han heredado, incluso en vida de su madre, una importante fortuna.

El tribunal de Sevilla que veía la demanda de los nietos de Medinaceli contra su tío Ignacio, hermano del fallecido duque de Feria, dio la razón a los herederos. Luis Medina, efectivamente, podría heredar un día, aunque quizá muy lejano, 4.119.095 euros, aunque también podría ser que no los recibiera nunca, ni él ni sus primos. Ignacio Segorbe ha recurrido la sentencia del pasado diciembre, que daba la razón a sus sobrinos, y tiene posibilidades de que un Tribunal Superior le dé la razón y considere que el testamento de la duquesa queda invalidado por su disposición anterior de dejar todo su patrimonio a la Fundación Casa de Medinaceli.
Luis Medina y el resto de los demandantes podrían tener únicamente derecho a la legítima que corresponde a todo heredero, pero sería una cantidad mucho más pequeña que la propia fianza que le solicita el juez y no se la adjudicaría hasta que finalice este largo proceso judicial.
