La pequeña Lola, la hija pequeña de Antonio David Flores, es el 'ojito' derecho de su polémico papá, se adoran, y el ex guardia civil, como diría Belén Esteban, por sus hijas mata. Y no digamos por la pequeña.
Por eso se ha agarrado un enfado superior al enterarse de ciertas declaraciones de Marta Riesco en las que se manifestaba sobre Lola: "Ella no forma parte de mi vida, al único que tengo que rendir cuentas es a Antonio, que es quien forma parte de mi vida".
La periodista no mete en sus planes de futuro con el ex de Olga Moreno a la hija del matrimonio, y si no está dispuesta a compartir momentos de su vida con la cría, que se vaya olvidando de una relación que cuenta con enormes altibajos.
Antonio lo tiene muy claro. Si su noviazgo con Marta tiene solución de reconciliación, no piensa dejar a un lado a Lola, y menos a su hijo David, pero parece como si Marta le quisiera para ella sola, una actitud egoísta e inviable para el primer marido de Rocío Carrasco.
En cuanto a la negativa de Antonio de divorciarse de Olga Moreno, algo que le pide con insistencia Riesco, se especula con que no firma los papeles por ciertos motivos judiciales. Si se disuelve el matrimonio, el juez podría citar a declarar a Moreno en el proceso sobre insolvencia punible, cosa que no puede hacer ahora por el vínculo legal que une a Olga y Antonio David.
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