Sigue adelante el proceso de divorcio que tienen el horizonte la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin. Un matrimonio de casi 25 años que se dice adiós después de haber vivido un terremoto mediático. La aparición en escena de Ainhoa Armentia como la novia del ex jugador de balonmano y aquellas fotos románticas de ambos "son cosas que pasan" (citando palabras textuales de Pablo Urdangarin). Pero nada comparado con el caso Nóos por el que el ex duque fue condenado a cinco años y diez meses de prisión. Aquel sí que fue un terremoto para el matrimonio y para su familia. Con la libertad condicional como nuevo status del ex duque y con la mirada siempre "hacia adelante", Iñaki afronta esta etapa de su vida junto a su nueva amiga. Pero antes, tiene que firmar el divorcio de su mujer.
Cristina e Iñaki han comenzado con los trámites. Según publica Semana, ya han firmado la disolución de las capitulaciones matrimoniales. Se trata de un contrato que firma el matrimonio, que sirve para regular lo que aporta cada uno ellos y cómo se van a repartir los gastos. En caso de divorcio, también sirve para definir cómo se van a dividir el patrimonio, con el fin de evitar conflictos. Al parecer, los ex duques de Palma firmaron este acuerdo de disolución el pasado 23 de marzo en Ginebra, durante uno de los viajes del ex jugador de balonmano a Suiza, desliza la revista.
Tanto la infanta como el ex duque tienen claro que en este proceso de divorcio lo primero son sus hijos (Juan, Pablo, Miguel e Irene). Se da la circunstancia de que la pequeña de la casa, al ser menor de edad (tiene 16), un juez deber ratificar el acuerdo firmado por los progenitores. La hermana de Felipe VI mantiene la custodia de sus cuatro hijos, cuya educación corre a cargo de los reyes eméritos. Su padre, que está muy unido a ellos, podrá verlos siempre que lo desee.

Además, publica la revista que Cristina no va a pasar pensión compensatoria a Iñaki y será ella quien siga ocupándose de los gastos familiares y alimentación de la familia Urdangarin-Borbón.

Iñaki ingresó en la prisión de Brieva, en Ávila, en 2018, y desde entonces los únicos ingresos que ha tenido han llegado por su trabajo en Imaz & Asociados, el discreto bufete de abogados de Vitoria donde habría ganado 900 euros al mes, según se ha publicado. Fue precisamente en este despacho donde conoció a Ainhoa. Urdangarin, que ya no trabaja allí, está centrado en su regreso al deporte de forma profesional como entrenador de balonmano.