La suerte de Roman Abramovich comenzó a cambiar cuando el Gobierno de Boris Johnson en el Reino Unido tomó la decisión de congelar sus cuentas por su presunto vínculo con Vladimir Putin. Después, se sumaron las sanciones de Estados Unidos. Aunque ahora está interviniendo en las negociaciones de paz entre Rusia y Ucrania a favor del país invadido, su imagen está mancillada y su economía peligra (su Chelsea también se las está viendo negras).
Por este motivo, el oligarca ruso está recurriendo a sus amigos para intentar salvar su economía. Aseguran que necesita alrededor de 750.000 dólares a la semana para pagar los gastos de su ostentosa vida. De momento, habría comenzado pidiéndole 1 millón de dólares a sus amigos para pagar los salarios de su personal (se incluyen los trabajadores de sus yates), según asegura Page Six.

"Roman está pidiendo a algunos de sus amigos poderosos más cercanos que le presten 1 millón de dólares", confiesa al medio estadounidense una fuente cercana al magnate.
"Él dice que nunca ha faltado a la nómina de su personal, que es de $750,000 a la semana, y con sus activos congelados no puede pagarle a su gente", añade la misma fuente.
Para remediar esta situación, aseguran que "se ha acercado al productor y director de Hollywood Brett Ratner y a la familia Rothschild, entre muchos otros, en busca de dinero".
No obstante, el todavía propietario del Chelsea no lo está teniendo nada fácil: "Aunque son buenos amigos de Roman, no han accedido a darle dinero, porque o bien no tienen eso en efectivo líquido, o además no está claro cuáles son las repercusiones bajo el derecho internacional".

Abramovich cuenta con una fortuna, según Forbes, de 8.300 millones de dólares (ha bajado tras la polémica). Entre su ostentoso patrimonio se encuentran cuatro yates de lujo (que suman un valor total de 1.400.000 dólares, según Financial Times). Destaca también una propiedad de 700 millones en la isla caribeña de St Barth, entre otros caprichos.
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Su Chelsea, que se enfrenta este miércoles al Madrid en los cuartos de la Champions, está en venta desde hace un mes y debido a la polémica de su dueño, está atravesando una de las mayores crisis económicas de su historia. En las últimas semanas ha aflorado el rumor de que está estudiando la compra de un club, el Goztepe, en Turquía, hasta donde viajó a principios de marzo en su jet privado.
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