La agresión de Will Smith a Chris Rock, por un comentario inapropiado sobre el rapado de Jada Pinkett, fue mucho más que una anécdota para sazonar la 92 edición de los Oscar. Ha encendido las alarmas de la Academia y la gran mayoría de los académicos piden medidas para que el suceso no caiga en el olvido. Ya se intentó actuar minutos después del encontronazo, ya que los organizadores de la ceremonia le invitaron a que abandonase el Dolby, algo a lo que Smith se negó.
Nunca se había visto nada igual en Hollywood. Ese fue el preludio de una reunión de urgencia de la Junta de Gobernadores para deliberar las consecuencias que afectarían al ganador del Oscar por "El método Williams". Ahora se enfrenta a varias posibilidades: "suspensión, expulsión u otras sanciones permitidas", afirma Variety.

A pesar de las muestras de consuelo que le dieron algunos compañeros, el comunicado de la Academia no es nada prometedor para los intereses de Smith. En él se explican los estándares de conducta. El actor los saltó uno a uno: "Contacto físico inapropiado, comportamientos abusivos o amenazantes que pueden comprometer la integridad de la Academia".
El intérprete tiene quince días para enviar por escrito sus explicaciones por el tortazo con la mano abierta bajo la mirada de su esposa.

La próxima reunión de la Junta está prevista para el 18 de abril. Ese será el momento en que la Academia puede tomar las medidas disciplinarias pertinentes.
Muchos han criticado la tibieza de la Academia en los primeros momentos. Se le pidió al protagonista de "Soy leyenda" (2007) que abandonase el Dolby pero no quiso. La Academia entona su "mea culpa" y afirma: "También reconocemos que podíamos haber manejado la situación de manera diferente".