El intérprete, ganador del Oscar al Mejor Actor por El método Williams el pasado domingo, sabe que su carrera pende de un hilo después de que saltara al escenario en plena gala de los premios para abofetear a Chris Rock por una broma (muy cruel, eso sí) sobre su esposa, Jada Pinkett. Will Smith está muy arrepentido y tras pedir disculpas públicamente, se ha puesto en manos de profesionales de la salud mental para controlar sus impulsos y, de paso, salvar su reputación.
Lea también - Jada Pinkett rompe su silencio tras el bofetón de Will Smith a Chris Rock: "Es tiempo de curarse"
Según Daily Mail, el Príncipe de Bel Air ya ha comenzado una terapia intensiva para tratar sus "problemas infantiles no resueltos". Y es que, tal y como él mismo ha contado, su padre era alcohólico y maltrataba a su madre, algo de lo que él fue testigo en multitud de ocasiones. El ataque verbal de Rock contra Pinkett le "trasladó a su infancia" y no pudo controlarse, ha asegurado su círculo más íntimo, pues él aun carga con la culpa por no haber defendido a su madre cuando era niño: "Todavía se siente un cobarde por ello".
Las mismas fuentes aseguran que "Will sabe que está luchando para salvar su carrera, su reputación e incluso su Oscar. Está horrorizado por el giro de los acontecimientos y está lleno de una profunda sensación de vergüenza. Está feliz de tener más terapia para sus problemas infantiles no resueltos y hará lo que pueda para corregir su momentáneo lapso de juicio".
La Academia de las Artes Cinematográficas se reunió este martes para abordar las medidas disciplinarias contra Smith, que oscilan entre un veto temporal (no sería invitado a la próxima gala de los Oscar) hasta quedar fuera de la Academia de por vida (lo que le degradaría a la altura de Harvey Weinstein o Bill Cosby) e incluso retirarle su estatuilla, la primera que gana en toda su carrera.
Relacionados
Comparte esta noticia
