Tras la gala de entrega de los Oscar, e impulsado por su esposa, Jada Pinkett, y por su amigo, Bradley Cooper, Will Smith intentó ponerse contacto con el abofeteado Chris Rock para pedirle disculpas por el guantazo que le pegó en plena gala, pero el ultrajado evitó por todos los medios posibles encontrarse con Will o entrar en contacto con él.

Según contaron en una de las fiestas posteriores a la gala, exactamente en la organizada por el marido de Elton John (el músico está de gira), "Smith quiso contactar con Rock sin lograrlo. Un amigo común llamó por teléfono al ofendido para pasarle el móvil a Will, y tampoco consiguió que contestara a la llamada". Agresor y agredido se llevan mal desde hace años, porque el ganador del Oscar de este año nunca ha aguantado las bromas de mal gusto dirigidas por el abofeteado contra su persona.
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Por su parte, Jada se quedó estupefacta en la citada gala al contemplar que el presentador, es decir, Chris, se burlaba de sus problemas de alopecia. Al ver que su marido se levantaba indignado, intentó frenarle, porque se imaginaba lo que estaba a punto de suceder. Pero nadie lo habría conseguido, habida cuenta del enorme cabreo de su esposo.