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Solo Ford Coppola se atrevió a gritar viva Ucrania en la gala del puñetazo del violento Will Smith

Ni Penélope Cruz ni Javier Bardem ni Alberto Iglesias se traen el Oscar pero sí lo ha conseguido Alberto Mielgo por su cortometraje de animación. Con todo, el momento traumático de la noche lo provocó Will Smith minutos antes de llevarse la estatuilla, cuando dio un bofetón a Chris Rock por reírse de su mujer, que sufre alopecia. El cómico hizo un "chiste de blancos", como dijo el ganador del Oscar quien, tras agredirle, le advirtió: "Quita el nombre de mi mujer de tu puta boca"

La de anoche fue una gala en la que la diversidad ya no ha sido una cuota de postureo sino una realidad que afortunadamente se ha instalado para quedarse. Comenzó con las hermanas Williams. Las tenistas dieron paso al arranque de la gala de los Oscar con Su Majestad Beyoncé, que pone música al filme, escoltada por un verde pista de tenis y una banda de músicos de gran categoría: ese principio señalaba ya a El Método Williams como hija preferida de la velada, conectando desde las canchas de condado angelino de Compton, la barriada donde las diosas Venus y Serena fueron enseñadas desde niñas por Will Smith, o sea, por su padre, según nos cuentan en el biopic dedicado a glorificar al progenitor de las tenistas, encarnado por el Príncipe de Bel Air reconvertido en un obsesivo padre obsesionado con convertir a sus hijas en figuras del tenis, como así sucedió.

En cuanto a humor, dejando de lado el bofetón de Smith, lo mejor de una noche en la que no han abundado los chistes ha sido escuchar a una de las presentadoras, Amy Schumer, agradecerle a Leonardo DiCaprio su ecologismo porque va a dejar un planeta muy verde a sus jovencísimas novias.

Ariana DeBose se llevó el Oscar a mejor actriz de reparto por su papel de Anita en el West Side Story de Spielberg, el mismo por el que Rita Moreno recogio el suyo hace 60 años en la versión de Jerome Robbins y Robert Wise.

Uno de los momentos más emocionantes llegó cuando Troy Kotsur, el actor sordo que recogió el Oscar al mejor secundario por su papel el CODA, producida por Apple y ganadora en Sundance, subió al escenario y se hizo el silencio, como si todos fuéramos sordos, hasta que el intérprete comenzó a traducir el agradecimiento. Los presentes aplaudieron sin hacer ruido, usando el lenguaje de sordos. Es el primer actor con esta característica que recibe el reconocimiento de la Academia. Su mujer en la ficción, la actriz sorda Marlee Marlin, lo obtuvo en 1986 por Hijos de un Dios menor, en donde compartió cartel con el que fue su pareja, el recién fallecido William Hurt.

Pero después llegó Mila Kunis, de origen ucranio, y parecía que iba a reventar su discurso con reivindicaciones contra Putin y la barbarie. No fue así. Apenas una breve referencia a la tragedia que arrasa ese país azotado por el genocida ruso. Pero después hubo un minuto de silencio y un mensaje de solidaridad y petición de ayuda para el pueblo y las víctimas de la cruenta guerra desatada en Europa por el ex agente de la KGB que ha cubierto Ucrania de sangre y horror.

El acontecimiento musical de la gala, con permiso de las oruguitas, de  Lin-Manuel Miranda interpretadas por Sebastián Yatra y de Beyoncé (que arrancó con un baile perfecto), llegó con el tema de We dont talk about Bruno, de la película Encanto, ganadora de un Oscar y producida por Walt Disney que sin embargo e incomprensiblemente envió las oruguitas a luchar por la estatuilla. Luis Fonsi, Becky G y un sinfín de cantantes y bailarines ejecutaron un número muy poderoso, rítmico y visual.

Después llegó el momento violento de una gala que no dedicó demasiados saludos a la guerra en Ucrania. Cuando Will Smith se levantó a dar un puñetazo o bofetón a Chris Rock porque consideró que había faltado al respeto a su mujer Jada Pinkett Smith, sentada al lado del protagonista de El Método Williams.

Los espectadores creyeron al principio del altercado que era parte del guión, más que nada porque Chris Rock mantuvo la templanza y la compostura, pero entonces Will Smith se puso a gritar y a advertir al actor que no mentara a su esposa. Recordemos que Smith (protagonista de Ali) lleva tiempo hablando de la relación abierta con su esposa tras separarse después de protagonizar Siete Almas y volver a reconciliarse.

En pocos segundos, el actor se convirtió en trending topic y monopolizó los memes. Apenas media hora después, Smith ganó el Oscar por su papel de padre de las tenistas Venus y Serena Williams, un biopic que también produce, bastante justito como para llevarse el premio a la mejor interpretación masculina. El discurso fue tan intenso y pretencioso como la película pero al menos Will Smith pidió disculpas a la Academia (pero no al agredido) por el altercado. A sus 53 años, todo indica que Will Smith no está del todo bien. Incluso pareció que quien hablaba era el padre de las Williams. Pero el que dio el espectáculo y el puñetazo no fue el personaje sino él, un cómico que no aguanta bromas. La votación de los académicos estaba ya depositada y no pudo interferir el suceso en cambio alguno que castigara la impresentable actitud del personaje. A la tercera fue la vencida y ha ganado. Smith ya había sido nominado por Ali y En busca de la Felicidad. Y una cosa: si deciden ir a ver Drive My Car, la japonesa que se ha llevado el Oscar a Mejor Película en habla no inglesa, sepan que dura tres horas y se hace durita. 

Coppola sí dijo Viva Ucrania

Hacia el final del último cuarto de la gala llegó el homenaje a El Padrino por su medio siglo. Nada más escucharse la sintonía de Nino Rota el Dolby tembló y Francis Ford Coppola apareció flanqueado por Al Pacino y Robert de Niro. Él sí dijo con todas las letras "¡Viva Ucrania!".

Del in memoriam, lo mejor fue escuchar que si querían recordar a la genial Betty White, la Chica de Oro fallecida el pasado 31 de diciembre, lo mejor era adoptar un perro.

Y hablando de perros: la neozelandesa residente en Australia Jane Campion se proclamó mejor directora por El Poder del Perro, un western pagado por Netflix que no ha entendido todo el mundo pero que contiene maravillosas interpretaciones, especialmente las Benedict Cumberbatch, Kirsten Dunst, Jesse Plemons y Kodi Smit-McPhee. Campion se venga así de Spielberg, nominado y perdedor este año por su versión de West Side Story, pero ganador en 1993 con la estratosférica La lista de Schindler, batiendo a Campion con su obra maestra indiscutible como El piano.

Jessica Chastain, a diferencia del ganador del Oscar al mejor actor, sí dedicó parte de su discurso de agradecimiento tras ganar la estatuilla a mejor actriz a "los pueblos que están sufriendo" y a sus rivales, entre ellas nuestra querida Penélope, que se quedó sin galardón.

Chastain, una actriz gigante, ha interpretado sin embargo mejores papeles que este de la telepredicadora Tammy Faye, sobre todo el de La Noche más oscura. El trabajo de Penélope en Madres paralelas es netamente superior al de su amiga Jessica, y también Kristen Stewart lo merecía más por su versión de Lady Di. Pero así son los Oscar, capaces de sentenciar que Billie Eilish es mejor que Van Morrison o que la mejor película del año es CODA, una cinta correcta, lacrimógena, que en España pasó desapercibida cuando se estrenó y que es un poco pastelón, aunque se llora un río, y a veces es eso lo que se valora en Hollywood.

O tal vez la academia no quiere que Netflix acapare tantos triunfos y quiso privar por eso de la estatuilla de mejor película a El Poder del Perro. Lo mejor fue volver a ver sobre u escenario a Liza Minnelli, en silla de ruedas a sus 77 años y acompañada de Lady Gaga. La protagonista de La Casa Gucci y la hija de Judy Garland fueron las encargadas de entregar el galardón más importante de la noche. Lo imperdonable, incluso es que en el in memoriam no se hayan acordado de Monica Vitti. 

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Comentarios 8

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yomismo
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La ceremonia gracias a la hostia, fue la hostia.

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#1
Juan
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La próxima vez ese presentador se cuidará muy mucho hacer bromas de mal gusto a nadie, o igual no es con la mano abierta, y sí con el puño que le haga besar el suelo.

Puntuación -8
#2
Torero
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Nada justifica la violencia física, la "bromita" de pelo de su mujer puede ser innecesaria, de mal gusto, de acuerdo, ahora responder con agresión física, solo denota que algunos a pesar de tener un nivel económico alto, siguen aún en con la cultura de la calle.

Imaginen en lo que se convertiría la vida diaria, si ante cualquier despropósito vamos dándonos puñetazos.

Lamentable!!

Puntuación 13
#3
Pufff
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Me gustaba Will Smith y lo tenía por un tío simpático, hasta ahora que veo que no sabe controlar su ira.

Puntuación 12
#4
Nano54
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Reírse en público de una persona que no tiene pelo por enfermedad sin saber cómo lo está superando también es violencia, no física pero sí verbal. Posiblemente le haya hecho más daño "el chiste" a la esposa del actor que la bofetada con la mano abierta al "chistoso" de turno.

Puntuación -1
#5
Antonio F
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La agresion de Will es tan real como la existencia de una pandemia el año anterior. De la noche a la mañana nadie utiliza mascara en California.

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#6
Fran
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todo un montaje y una vez más la gente se lo cree. Es el pais de la decadencia, de la manipulación, de la mentira.

Puntuación 8
#7
ANALISTA DE HECES
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LA CULPA ES DE WILL

POR ESTAR CASADO CON ESA MIE DA DE MUJER

Puntuación 3
#8