Este martes, cuando su madre se sentó en los juzgados de Málaga, no dijo ni una sola palabra al respecto. Sin embargo, un día después, Kiko Rivera se ha pronunciado en su perfil de Instagram. Ha asegurado que para él fue un día muy complicado, pese a que ya no forma parte de "esa familia".

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"Ayer fue un día complicado. Soy humano, tengo corazón y no fue un momento precisamente bonito. Cuando estamos en caliente y enfadados podemos llegar a decir cosas que realmente no sentimos, así somos los humanos", ha escrito en stories.

Después, le ha deseado lo mejor a Isabel Pantoja, aunque también ha tratado de darle una lección: "Espero de corazón que a mi madre no le suceda nada malo, aunque ya es hora de que se ponga en manos de gente que la pueda ayudar y, aunque le duela, separarse de quien no le hace bien", ha añadido.

A continuación, ha compartido otra reflexión: "La mejor defensa no es atacar y alegrarse del mal ajeno. Se puede volver en tu contra. Eso deberían de aprenderlo algunos. Si te equivocas, pagas, y eso es algo que por suerte o por desgracia para otros es así".

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Por último, ha dejado claro que escribe este mensaje porque, a pesar de todo, sigue siendo su madre, aunque él ya no se considere parte de su familia: "No se equivoquen yo ya no formo parte de esa familia, pero eso no quita que ayer fuese un día de mierda. Recuerden siempre, soy humano y aunque no quiera saber nada de esto no deja de ser mi madre".

La tonadillera se sentó este martes en los juzgados de Málaga por el presunto delito de insolvencia punible relacionado con la venta en 2015 de 'Mi Gitana', el chalé marbellí donde vivió su amor con Julián Muñoz. La acusan de ser cooperada necesaria y la Fiscalía pide para ella hasta tres años de prisión. Vendió la casa a través de los poderes que le cedió a su hermano Agustín, cuando ella estaba en la cárcel por el 'Caso Malaya'. Su hija, Isa Pantoja, y su sobrina, Anabel, lamentaron el "circo" mediático que se produjo a su llegada las instancias y también en el interior de la sala. 

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