La petición de Manuel Benítez a su hijo, Manuel Díaz, de que le llame para quedar y arreglar de una vez por todas su distanciamiento, no ha caído en saco roto. El primero, según una fuente cercana, se pondrá en contacto con el segundo en los próximos días. El Cordobés padre y El Cordobés hijo, dos figuras del toreo de distintas épocas y dos personajes irrepetibles en los ruedos.

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Esa llamada se ha ido demorando con el paso de los años y es ahora cuando Benítez, que tiene 85 años, ha decidido corregir el error de no haber conocido antes a un hijo biológico del que antaño renegaba. Para Díaz, poder hablar con su progenitor era un sueño incumplido que se va a hacer realidad. Un encuentro esperado y deseado, no solo por ellos dos sino también por su entorno.

Julio Benítez, uno de los hermanos de Manuel, mantiene una buena amistad con él desde hace años, e incluso han formado parte del mismo cartel taurino en varias ocasiones. Dicen que Julio ha sido una pieza esencial a la hora de materializar este encuentro, que se lo ha pedido a su padre muchas veces y que, por ello, se siente muy feliz por la decisión de su progenitor de hablar, por fin, con su hermano.

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