Rocío Carrasco ha sido acusada por la Fiscalía Provincial de Madrid, de "un delito de abandono de familia". El fiscal ha remitido al Juzgado número 3 de Alcobendas (Madrid) su escrito de acusación para que el tribunal actúe en consecuencia.
La noticia contempla un hecho jurídico, sin opiniones. Es lo que se llama noticia de tribunales. Pero, dada la relevancia mediática que el propio personaje ha querido construirse, y que especialmente algún grupo de comunicación ha querido otorgarle, merecía haber ocupado todo un programa de los que Mediaset dedica y lleva dedicando desde hace meses a Rocío Carrasco, presentada como una buena madre, víctima de los presuntos malos tratos, tanto de su ex marido Antonio David Flores, como de su hija mayor Rocío Flores.
Sin embargo, esos programas han pasado de puntilla al menos hasta ahora sobre la nula relación de Carrasco con su hijo menor David Flores, un joven que nunca se ha enfrentado a su madre ni es responsable de ninguna violencia doméstica que se haya producido en el hogar donde convivían sus padres hasta su separación.
Las explicaciones de Carrasco sobre el desapego hacia su hijo no han sido creíbles ni siquiera para algunos de los que defienden a ultranza que ella es presunta víctima de violencia vicaria por parte de su primer marido, víctima también de su familia y de sus circunstancias y se suman a su endeble justificación de que no está todavía preparada para acercarse a su "gordo", como ella llama a David hijo.
El caso no ha tenido todavía repercusión en las revistas del corazón, ni apenas en otros medios, con excepción de El Periódico. Y eso que la acusación a Carrasco por parte del fiscal, supone un delito penal, castigado con prisión.
El fiscal sostiene que Rocío Carrasco no pagó a su hijo David Flores la pensión mensual a la que estaba obligada, 200 euros, desde que hace cuatro años se emitió una sentencia del Juzgado de Violencia número 1 de Alcobendas, que la obligaba a pagar una pensión al joven, que hoy tiene 24 años.
Esta falta de cumplimiento de la madre, constituye "un delito de abandono de familia" previsto y penado en los artículos 227.1 y 227.3 del Código Penal, con un año de prisión y 18 meses de multa, que en este caso, sería de 10.800 euros. La Fiscalía añade además la cantidad de 8.200 euros, por las cuotas de la pensión que no ha pagado a su hijo entre febrero de 2018 y julio de 2021, más los intereses.
Rocío Carrasco había sido denunciada por este delito, tanto por su ex marido Antonio David Flores como por su hijo. En el juicio que tendrá lugar, una vez finalice la instrucción tendrán que testificar su hijo y el ex guardia civil. Muchos medios de comunicación que han abundado en noticias insignificantes, opiniones, retales y anecdóticas solo porque eran relativas al universo de la guerra de Rocío Carrasco, apenas se han hecho eco de esta contundente información. Es cierto que en su día Rocío Carrasco, en referencia a este tema, explicó que todo corresponde a una estrategia y que el padre de la criatura estaba detrás de todo esto, pero es inatacable que aquí y ahora hay un escrito de un fiscal que en sí mismo constituye más noticia que decenas de chascarrillos sobre esta especie de cruzada que han ocupado mucho más tiempo y espacio.
Sin embargo, no se pueden poner puertas al campo y en las redes sociales circula ya una importante cantidad de mensajes sobre el tema. Algunos internautas confunden "abandono de hogar" con "abandono de familia", que es el delito que supuestamente habría cometido la esposa de Fidel Albiac, licenciado en Derecho por cierto, por la Universidad a Distancia.
Y es que no es lo mismo abandonar el domicilio familiar, a veces con justificación, que dejar de pagar una pensión de alimentos, dictada por un juez. Tratándose de una cantidad tan pequeña para un hijo que lo necesita más que otros, tiene difícil justificación.
Hay tuits demoledores contra Carrasco, como : "Qué culpa tendrá su hijo, sigo sin entender nada y no me vale que son manipulables por el padre porque aquí quien manda es un juez...".