Los amantes de los animales están de enhorabuena. El Consejo de Ministros acaba de aprobar la Ley de Protección Animal, que regula la relación con los animales de compañía y penaliza el maltrato, el abandono y el sacrificio, entre otras normas que garantizan sus derechos.
Era un clamor de la sociedad, cada día más concienciada con estos seres vivos, inteligentes, que sienten, hacen compañía, aman a sus dueños, en el caso de las mascotas, y hacen mucho bien psicológico y humanitario a las personas.
Pero no todo son perros y gatos. Llama la atención que en los últimos años se ha puesto de moda adoptar burros, que hasta hace bien poco eran maltratados y usados como animales de carga hasta la extenuación, o abandonados a su suerte cuando ya no les resultaban útiles.
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Parece que el ex juez Baltasar Garzón, ahora al frente de un importante bufete de abogados y su novia, Dolores Delgado, ex ministra de Justicia y actualmente Fiscal General del Estado, albergan la intención de tener un burro en su actual vivienda, un lujoso chalet en la urbanización Ciudalcampo, a las afueras de Madrid, donde, como ya contamos en exclusiva, disfrutan de un gallinero, huerto y una vida sana, lejos de las importantes responsabilidades de sus respectivos trabajos. Las imágenes de abajo son de una casa de la urbanización, no de la suya.
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El pasado jueves 17, el ex magistrado asistió acompañado de su hija en el Teatro Real de Madrid, al concierto de su amigo Miguel Poveda, pero no tuvimos ocasión de preguntarle si ya tenían su deseado pollino en la nueva vivienda que comparten desde hace unos meses.
No es difícil adoptar un asno. La organización El Refugio del burrito, en Málaga, facilita la adopción de este simpático animal, protagonista del bellísimo relato Platero y yo, de Juan Ramón Jiménez, premio Nobel de Literatura.
Los borricos están de moda entre gente sensible y amante de estos simpáticos animalitos, a los que toman como mascotas. Es el caso de Eugenia Martínez de Irujo, que ya tiene tres burros en La Pizana, su finca sevillana. Y es famosa la anécdota que se cuenta de la duquesa de Alba (arriera de honor) cuando, un día que atravesaba en coche una de sus posesiones en el campo andaluz, cuando el sol derretía su latifundio, Cayetana ordenó poner sombreros a los burros que soportaban el calor abrasador a la hora del mediodía.
El actor Arnold Schwarzeneger, Terminator en el cine y divorciado de una de las Kennedy, siempre ha sido defensor del medio ambiente y los animales, como demostró cuando fue Gobernador de California. El famoso Conan ha adoptado un burrito enano, al que considera uno más de la familia.
También el Papa Francisco se ha hecho cargo de dos burritas, Noah y Thea, que viven en los jardines de la finca que tiene el Vaticano a las afueras de Roma. El Papa confesó que de niño le habían criado con leche de burra y estaba muy agradecido por haber salido adelante gracias a este alimento.
No se sabe dónde está la burra que adoptó la reina doña Sofía, quizá vive feliz en las praderas de cercanas al palacio de la Zarzuela.
Quien hizo sensación en los años 60, cuando rodaba en Málaga una película, fue Brigitte Bardot, que se alojó en un hotel de Torremolinos con su burro. A sus 88 años, la actriz francesa sigue siendo una militante activa de la defensa de los animales. Baltasar Garzón y Dolores Delgado se unen a este singular club de amantes de asnos y burros, la nueva mascota de moda.
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