Esta villa francesa se ha convertido en un dolor de cabeza para Pitt y Jolie. Juntos compraron la propiedad y juntos decidieron que no la venderían sin el consentimiento del otro. Ahora la actriz se enfrenta a una demanda de su ex marido por haber faltado a ese acuerdo. La venganza está servida.
Brad Pitt, que acusaba a su ex mujer de haber vendido, por su cuenta y sin su consentimiento, la parte que le correspondía del castillo de Miraval, en Francia, ahora ha dado un paso al frente y ha presentado una demanda contra ella. El comprador y nuevo propietario de las acciones de Angelina es el empresario millonario ruso Yuri Shefler, según publica Page Six.
El matrimonio adquirió esta propiedad por 60 millones de dólares (53 millones de euros). Juntos, con sus hijos, disfrutaron de ese impresionante castillo que sirvió de escenario para su mediática boda, en 2014. La villa y los terrenos están valorados ahora en 140 millones de euros, tal y como publican algunos medios.

Según los abogados del intérprete, Jolie supuestamente ejecutó la venta de su parte sin el conocimiento de Pitt, negándole el derecho de preferencia a compra. Una operación que el actor calificó de vengativa. "La actriz vendió su participación conociendo la intención de Shefler y sus socios de controlar el negocio de Pitt y socavar la inversión del actor en Miraval", publica el medio francés.
La villa, de mil hectáreas, está rodeada de viñedos y jardines y tiene una capilla privada, helipuerto, una piscina y un estanque. La mansión cuenta con 35 habitaciones, spa y gimnasio. De los viñedos se produce el vino Coteaux Varois con denominación de origen de Provenza. La villa también posee olivos de los que se extrae aceite de oliva virgen extra de cultivo biológico, el huile d'olive Miraval. Según publica Six Page, el actor de El Club de la Lucha hizo de los viñedos de Miraval un negocio de vino muy próspero, convirtiéndose en un productor de rosado muy relevante en el sector.

La actriz y realizadora recordaba que había adquirido esa mansión con su entonces marido para "envejecer juntos". Tras una tormentosa separación, en 2016, todos esos planes se truncaron. Y ahora Angelina alega que no está dispuesta a mantener una propiedad "con un negocio a base de alcohol", porque va en contra de sus valores personales.
Angelina y Brad, que han protagonizado una batalla interminable por los términos de su divorcio, tienen seis hijos, Maddox, Zahara, Shiloh, Pax y los mellizos Knox y Vivienne.