Escándalo con Kiko Rivera como aciago protagonista. Su explosiva entrevista pagada destrozando a su hermana en una exclusiva este miércoles empieza a tener graves consecuencias para el Dj.

Estaba previsto el hijo de Isabel Pantoja visitara ya la casa de Secret Story, pero sus declaraciones, en las que despotricaba contra su hermana Isa, reconociendo que la pegó cuando la pilló en el baño a punto de cortarse las venas, determinó que Telecinco, y su máximo responsable, Paolo Vasile, decidieran prescindir de la presencia de Kiko en el plató del reality. 30.000 euros que ha perdido el marido de Irene Rosales, que por cierto puede ver recortada su cuenta corriente si Ramón Calderón gana la querella que le interpuso. Y expertos juristas consultados ven "muy difícil" que al abogado y ex presidente del Real Madrid se le escape vivo Kiko después de las cosas que dijo de él públicamente el Dj.

La cadena, ante semejante barbaridad, tomó la decisión de no contar con Rivera en el programa. Una empresa que pretende ponerse la medalla de la lucha contra la violencia de género no podía permitir que semejante personaje cobrara por aparecer en su concurso. Y menos con la sombra de Carlota Prado planeando.

Recordemos que Telecinco se vio obligada a fulminar la emisión de Gran Hermano tras la presunta violacion de la concursante Carlota Prado. Y está a punto de celebrarse el juicio por abusos sexuales.

Pero Mediaset no podía prescindir de un formato que le reportaba pingües beneficios. Por eso crearon Secret Story, que a la postre es el mismo GH, con distinto nombre y un ligero restyling.

A la vista de que el nuevo reality, con concursantes anónimos, no funciona como se esperaba, decidieron fichar a un famoso, en este caso a un Kiko Rivera que, paradojas de la vida, también había despotricado anteriormente contra la misma cadena.

Finalmente, y como decimos, como el personaje confesó en la revista que había golpeado a su hermana, este mismo miércoles le llamaron para notificarle que no contaban con su presencia en Secret Story. Kiko se encontraba ya en Madrid y tuvo que regresar a Sevilla por la tarde.

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