La filtración de las fiestas celebradas en plena pandemia en Downing Street 10 han puesto sobre la cuerda floja al primer ministro británico, Boris Johnson. Tanto es así que miembros de su propio partido traman votar en urna y por mayoría simple su permanencia en el cargo.

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Para intentar salvar su mandato, el líder de los 'tory' ha diseñado la 'Operación salvar al Perro Grande', tal y como apuntan diferentes tabloides británicos. Con este plan, el líder de los 'tory' pretende escurrir el bulto sin asumir responsabilidades.

Por un lado, Jonhson planea hacer una limpieza profunda de trabajadores y funcionarios en la residencia presidencial. Martin Reynolds, su secretario personal, ocupa el primer puesto de su 'lista negra'. Él envió las 100 invitaciones a los empleados para que acudieran a la fiesta que se celebró el 20 de mayo de 2020.

Por otra parte, el premier trata de ganarse a los miembros de su partido con una larga lista de promesas electorales que había ignorado hasta ahora. Finalmente, sus diputados votarán a favor o en contra de su permanencia si consiguen reunir 54 firmas para llevar a cabo la votación, algo que por el momento no han logrado. 

Mientras su permanencia pende de un hilo por este polémico asunto, bautizado con el nombre de partygate en la prensa británica, el político también saca tiempo para otros menesteres. Este lunes 17 de enero, mientras Reino Unido estaba pendiente de la filtración de sus polémicas fiestas, salió a practicar deporte, curiosamente, con su perro Dilyn. 

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Para el recorrido nocturno, el conservador, tras estar en cuarentena desde el pasado miércoles, eligió un look bastante llamativo. Resaltan los calzoncillos largos con motivos de colorines que escogió, dejando sus piernas al descubierto. Combinó la prenda con unos calcetines de ejecutivo, una sudadera de color azul marino y un gorro del mismo color para hacer frente a las bajas temperaturas de Londres.

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