Los paparazzi Gustavo González y Diego Arrabal han sido condenados a pagarle 340.000 euros a Mariló Montero por las fotos en topless que le hicieron en 2015 cuando disfrutaba de unas vacaciones en Bora Bora junto a una amiga. Se trata de la mayor sanción que la jurisdicción española ha interpuesto por un delito de intromisión ilegítima al derecho a la intimidad y el honor en su historia.
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Hasta ahora, el récord en España lo ostentaba Elsa Pataky por las famosas fotos que publicó Interviú en 2007. La mujer de Chris Hemsworth estaba en la Riviera Maya realizando un reportaje fotográfico para una revista de moda y fue sorprendida por ojos indiscretos que vendieron el material sin su consentimiento. Ella demandó y la justicia le dio la razón, condenando a los responsables a indemnizarla con 310.000 euros.

Hasta 100.000 euros tuvo que pagar la revista Qué me dices a Inma Cuesta, a la que fotografiaron en topless en 2010. La actriz, que entonces protagonizaba la exitosa serie Águila Roja, veraneaba en Valencia con una amiga y descansaba en un lugar que, según la sentencia de la Sala Primera del Tribunal Supremo, era "privado".

Al otro lado del charco, Jennifer Aniston también luchó para proteger su intimidad cuando unos fotógrafos escalaron el muro de su mansión y la fotografiaron tomando el sol desnuda en el patio en 1999. La mítica protagonista de Friends demandó a dos editoriales, Man's World Publications y Crescent Publishing Group. La agencia responsable de las imágenes llegó a un acuerdo extrajudicial con la actriz y le pagó 500.000 dólares para solucionar el conflicto.

El caso de Cameron Diaz fue algo distinto, pues la actriz protagonizó un posado de alto voltaje cuando comenzaba su carrera, con apenas 19 años. Tras alcanzar la fama, el fotógrafo responsable le chantajeó con publicar dichas imágenes si no recibía 3,5 millones de euros. Finalmente, el tribunal del Estados Unidos condenó al fotógrafo a indemnizar a Cameron y, además, prohibió la venta o distribución de las fotos. Rutter cumplió una pena de cuatro años de cárcel por falsificación de documentos, perjurio e intento de robo.
Las 'royal' tampoco se salvan
Kate Middleton disfrutaba de una jornada a bordo de un barco con su marido y unos amigos cuando fue fotografiada en topless. Las imágenes fueron publicadas en septiembre por la revista francesa Closer, a la que la duquesa de Cambridge demandó. El Tribunal Correccional de Nanterre falló a favor de la esposa del príncipe Guillermo, que había solicitado una indemnización de 1,5 millones de euros por un delito contra el honor y la intimidad. Las imágenes, que fueron retiradas por orden judicial, fueron publicadas en otras revistas europeas, como la italiana Chi, la sueca Se och Hör o su equivalente danesa, Se og Hoer.


Estefanía de Mónaco ha protagonizado varias portadas en topless a lo largo de sus 56 años de vida. Demandó tan solo en una ocasión, en la que aparecía con el artista circense Franco Knie. La revista suiza Facts realizó un fotomontaje en la que él aparecía con su miembro a modo de trompa de elefante junto a la hija de Rainiero. Solicitaron una indemnización de 10.000 euros para cada uno por atentado contra el honor, aunque el juzgado tan solo les concedió 6.000. Eso sí, censuró las imágenes y ordenó su retirada.

Su hermana, la princesa Carolina, también ha demandado en varias ocasiones a los medios de comunicación por intromisión al honor, y no solo por un topless (en la playa mientras trataba de taparse con una toalla) sino también por ser fotografiada con su familia durante vacaciones o escapadas privadas. La justicia no siempre le ha dado la razón y la madre de Carlota de Mónaco ha llegado a pedir amparo en el Tribunal Superior de Derechos Humanos.
Penélope Cruz, una lucha en vano
Otras famosas han recurrido también a los tribunales para pedir justicia después de verse en topless en diferentes portadas de revistas pero, a diferencia de las anteriores, no obtuvieron el apoyo de la justicia. Fue el caso de Penélope Cruz, cuyas imágenes sin la parte superior del bikini fueron publicadas en el periódico danés Ekstra Bladet. La esposa de Javier Bardem demandó y solicitó una indemnización de 23.500 euros, pero la justicia de Dinamarca determinó que la ofensa no era tan grande como para que Cruz tuviera derecho a tal cuantía económica y concluyó, además, que la actriz tenía que asumir las costas del proceso.

