Por un día, Lydia Lozano se convierte en reina Baltasara con una transformación aliñada con pequeñas dosis de betún que sorprendía a todos los espectadores de Sálvame.

La mujer de Charlie hizo gala de su desparpajo habitual y pidió un deseo muy especial a los Magos de Oriente: que la vida en la isla de la Palma, donde reside buena parte de su familia, recupere la normalidad.

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Lydia está sufriendo mucho por el desastre causado por la erupción volcánica en la isla, tal y como se vio en las dos ocasiones en las que viajó hasta allí para retransmitir en directo la situación. Su sensibilidad y su pena dejaron traslucir lágrimas de preocupación. A sus 61 años, es incapaz de fingir y demuestra con sus actos que no tiene dobles lecturas.

La reina Baltasara transmite optimismo y esperanza en el futuro, lanza mensajes positivos y abre las puertas a una nueva normalidad. Imposible no reconocer bajo el disfraz de reino a esos ojos claros que caracterizan a la periodista, uno de sus mayores signos de identidad.

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