Lo lleva muy en secreto, nunca admitirá que su abuela materna, Paloma Rocasolano, o su tía la reina Letizia quisieron ayudarla económicamente cuando su situación dineraria era algo apurada. Y es que, Carla Vigo, hija de la fallecida Erika Ortiz, tiene su orgullo y ha dejado claro que desea salir adelante por sí misma. Sin enchufes ni llamadas para conseguir trabajos.
Con solo 21 años, lo está demostrando con su trabajo en la versión que el bailarín Rafael Amargo ha puesto en escena de la lorquiana obra Yerma. Cuando se decantó por estudiar Arte Dramático, la oferta de Amargo fue como un salto al vacío sin red, y parece ser, dicen los críticos, que está pasando la prueba con nota. Sin duda, el bailaor granadino, al que la fiscalía pide 9 años de cárcel por vender droga, utiliza gente famosa o familiares de famosos, para lograr notoriedad y publicidad de su obra, pero eso no es óbice para que además, estos cachorros de la escena hagan bien su trabajo.
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Que es atenta, disciplinada y muy segura de sí misma, se toma su trabajo muy en serio y mantiene una relación muy estrecha con sus compañeros, sobre todo, es muy cómplice de otro principiante de la compañía, Alejandro Reyes, el hijo de Pepe Navarro e Ivonne Reyes.
Amargo consiguió un golpe de efecto contratando a los dos, y la jugada le ha salido estupendamente. Ninguno desentona entre un grupo que lleva años trabajando juntos y que han recibido muy bien a Carla y Alejandro.