El actor y su ex mujer cerraron este martes, en un juzgado de Los Ángeles, uno de los divorcios más largos y comentados de la historia de Hollywood. La periodista Maria Shriver (66) solicitó la separación formal de Arnold Schwarzenegger (74) el 1 de julio de 2011, tras 25 años de matrimonio y después de que la estrella de Hollywood admitiera haber tenido un hijo con su ama de llaves. Tras 10 años de pelea por el reparto de su fortuna, por fin ha terminado la pesadilla (con amargo sabor de boca para él).
Debido a que los cuatro hijos que tienen en común (Katherine, Christina, Patrick y Christopher) son todos adultos e independientes económicamente, el ex gobernador de California y la comunicadora no han tenido que llegar un acuerdo de manutención o custodia.
Los términos del acuerdo son confidenciales, aunque TMZ y otros medios internacionales aseguran que la fortuna amansada entre el protagonista de Terminator y su mujer, estimada entre los dos en 400 millones de dólares, queda dividida por la mitad. No existía un acuerdo pre-nupcial entre ambos.
María solicitó el divorcio de Schwarzenegger tras 25 años de casados, cuando el actor confesó que había tenido un hijo con su ama de llaves solo unos días después de que su esposa diera a luz al cuarto bebé del matrimonio. El bastardo se llama Joseph, tiene ahora 24 años y mantiene una estrecha relación con el actor, incluso sigue sus pasos en el mundo de la halterofilia.
A pesar de sus desencuentros, Arnold y Maria se han reunido en varias ocasiones en los últimos diez años por el bien de sus hijos y han mantenido una relación cordial. En la actualidad, Maria está soltera pero Arnold ha logrado rehacer su vida con Heather Mulligan, una fisioterapeuta de 47 años con la que comenzó a salir hace casi ocho años.
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