Declive, fracaso, angustia, ansiedad… Son palabras que acompañan en los últimos meses al Jorge Javier Vázquez actor. Su fuerte carácter se disuelve por momentos cuando contempla los malos augurios ante su reaparición teatral en Madrid con la obra Desmontando a Seneca.
Será el próximo 12 de enero cuando el presentador de Sálvame levante el telón en el madrileño teatro Reina Victoria, y a día de hoy queda, por lo menos, medio aforo por vender. Su temor a que se repita la historia de hace unas semanas, cuando en el teatro Olimpia de Valencia quedaron muchos asientos vacíos, atormenta al badalonés de 51 años, que ha invertido mucho tiempo, horas de ensayos y dinero en esta producción escénica.
Los éxitos del pasado, amparados por su popularidad televisiva, y el apoyo promocional de su cadena,quedan en el baúl de los recuerdos; la gente ya no responde como antes al reclamo del dueño del cortijo de las tardes de Telecinco. Ni la publicidad que se hace a sí mismo, en directo, anunciando hora y lugar de sus próximos estrenos, surte el efecto deseado. Y Vázquez empieza a ponerse demasiado nervioso.