Cuando falta poco más de una semana para las fiestas más familiares del año, la Navidad en el palacio de Liria confirma el distanciamiento entre los hijos de la duquesa de Alba, que se intensificó cuando falleció su madre.

Hace unos años, Carlos Fitz-James Stuart (73), titular del ducado, ya no quiso invitar a la cena de Nochebuena a Genoveva Casanova, ex mujer de su hermano Cayetano, alegando que estaban divorciados y ya no eran matrimonio. La reacción del duque de Arjona fue negarse a dejar sola esa noche a la madre de sus hijos. El jinete cenó en la casa donde la mexicana vivía con Luis y Amina, situada por cierto muy cerca del palacio de la calle de la Princesa, y faltó por primera vez en su vida a la Nochebuena en Liria.

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Cuando parecía que las cosas se habían calmado entre el duque de Alba y su hermano jinete, después de que Cayetano se viera obligado a abandonar el palacio de su madre, donde vivía después de separarse de Genoveva, una conversación cara a cara entre ellos dio una tregua a las tensiones.

No ha durado mucho. En la presentación este noviembre de los productos gastronómicos Casa de Alba, a cargo del Carlos Fitz James-Stuart y Solís, hijo menor del duque de Alba, el conde de Osorno no hizo ninguna mención a su tío Cayetano, que fue quien puso en marcha en vida de su madre esta iniciativa de comercializar, entre otras delicias gourmet, la carne y el aceite que se cultivan en las fincas de los Alba, aunque acabó vendiéndole a su hermano su participación en la empresa, en vista de que no recibía ningún apoyo por su parte para promocionarla.

Sus declaraciones estos días, lamentando veladamente este olvido y su tristeza por la ausencia de sus hermanos en el último funeral por su madre en Sevilla, no han sido bien recibidos en Liria. Esta Nochebuena, donde se reunirán Eugenia, Tana Rivera, Narcís Rebollo, Sofía Palazuelo, su marido Fernando, duque de Huéscar, la pequeña Rosario, su hermano Carlos con su esposa Belén Corsini y otros sobrinos del duque, Cayetano y sus hijos no han sido invitados a la cena familiar. Tampoco asistirá su hermano Jacobo, pero por otra razón. El conde de Siruela pasará las fiestas en Cataluña, en casa de su suegra. La madre de su esposa, Inka Martí, está delicada de salud.

Y en la comida de Navidad, que Cayetana celebraba siempre con sus hijos en un restaurante para dar día libre al servicio del palacio, cada uno de sus hijos se irá por su cuenta. Qué lejos quedan ya aquellas navidades, en las que la duquesa conseguía que sus hijos parecieran una verdadera familia.

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Genoveva Casanova

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