La hija de Manolo Santana ha aterrizado este lunes en Madrid para darle el último adiós a su padre, fallecido el sábado a los 83 años. Acompañada de su hermana Beatriz, que ha ido a recogerla al aeropuerto, Alba, hija del mítico tenista y Mila Ximénez, se ha mostrado rota en la Caja Mágica: "No tengo fuerzas, no puedo creer que vuelva a estar otra vez en estas circunstancias, seis meses después de perder a mi madre".

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Tanto Alba como el resto de sus hermanos se habían distanciado de su padre en los últimos años por diferencias con la que hoy es la viuda, Claudia Rodríguez, a la que la hija de Mila ni si quiera ha saludado en la capilla ardiente: "No he venido a darle el pésame a nadie, solo he venido a despedirme de mi padre. Estamos todos los hermanos, menos el mayor, que no ha podido venir, y seguro que mi padre estaría contento de vernos", ha dicho.

La hija de Mila ha recordado a su padre entre lágrimas: "Aunque fue complicado vernos en los últimos años, mi padre ha sido una persona muy importante en mi vida. Le quiero muchísimo. Le recordaré como un padre muy divertido, muy bueno, tuve mucha suerte con mis padres", ha dicho en Sálvame. Alba no estará en la incineración de Manolo Santana, cuyas cenizas serán depositadas en Marbella, como era su deseo: "Mañana me vuelvo a Amsterdam, con mis hijos y a seguir con la vida".

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