Tras dieciséis años en el poder, Angela Merkel (67) se despide del parlamento alemán. Este miércoles, el socialdemócrata Olaf Scholz (67) fue finalmente elegido como nuevo canciller gracias a los votos de su partido (el SPD), el de los Verdes y el de los liberales. Su vida personal la comparte con la también política de 60 años Britta Ernst (ministra regional de Educación de Brandemburgo), con quien está casado desde 1998. No tienen hijos.
La prensa alemana cuenta de Scholz que es un hombre de pocos amigos tanto fuera como dentro de la política, aunque se caracteriza principalmente por su lealtad, su discrección, su fidelidad y, sobre todo, su gran compromiso político.

En 2018 fue nombrado ministro de Finanzas y vicecanciller de Alemania en la última gran coalición de Merkel. En la primavera electoral pocos apostaban por él para el cargo de canciller, hasta el punto de que fue ridiculizado y subestimado por la prensa de su país y por la oposición. Fue ganando confianza en las encuestas a partir de agosto.
Su vida personal la comparte desde finales de los noventa con Britta Ernst. También pertenece al Partido Socialdemócrata de Alemania después de desempeñar su carrera política en el parlamento de Hamburgo. Ostentó el cargo de ministra de educación en Brandeburgo en septiembre de 2017, después de haber ocupado el de gerente adjunta de su partido.

Ernst, previsiblemente, continuará ahora desempeñando sus labores políticas, a diferencia de 2011 cuando tuvo que renunciar a sus labores en Hamburgo después de que su marido se convirtiera en alcalde de dicha ciudad. "Mi esposa es una política de éxito", señaló rotundo el nuevo canciller en una entrevista perteneciente a julio de este año en la revista Brigitte, cuando le preguntaron si su mujer seguiría desempeñando sus labores políticas si él alcanzara el poder.

Los padres y hermanos del canciller
El nuevo líder de la política alemana nació el 14 de junio de 1959 en la ciudad de Osnabrück. De su familia se conocen algunas pinceladas, como que su abuelo trabajó en el sector ferrovial. Sus padres, que estuvieron presentes en la investidura de su hijo este miércoles, desempeñaron su carrera en el sector industrial y textil.
Su progenitor, el ya jubilado Gerhard Scholz (86), se mostró profundamente orgulloso de la victoria de su hijo tras el cierre de la sesión en el Bundestag. "Es algo edificante, un sentimiento de felicidad por mi hijo", expresó ante los medios de comunicación, muy expectantes por la asistencia de él y la de su esposa. Para su hijo, alcanzar lo más alto de la política alemana ha sido un sueño cumplido. Tanto es así que desveló que "cuando tenía solo 12 años, ya predijo que sería canciller de Alemania".
Durante su breve intervención, Gerhard también hizo referencia a sus otros dos hijos, Jens de 62 años e Ingo de 60, ambos mayores que él: "Tengo tres hijos. Los tres tienen éxito. Pero el canciller gana menos". El primero es director ejecutivo del Centro Médico Universitario de Schleswig-Holstein y su especialidad es la de anestesiólogo. El segundo montó su bufete de abogados y también se dedica de lleno al sector tecnológico.
Como curiosidad, la familia del político pertenece a la Iglesia Evangélica. Sin embargo, él la terminó abandonando hasta el punto de que, a día de hoy, es el primer líder del gobierno alemán que no ha confesado sentimiento religioso, si es que lo tiene.