Si Marta Riesco aspira a convertirse en algo más que una simple amiga de Antonio David Flores, que siga esperando (inútilmente), porque los rumores apuntan a que el ex guardia civil no ha roto definitivamente con su esposa, Olga Moreno, y que estarían meditando una reconciliación, si es que todavía no se ha producido.
Tal y como hemos publicado en Informalia, Rocío Flores, la hija de Antonio, deja una puerta abierta a esa reconciliación por el amor que sienten el uno hacia el otra, que puede sobrevivir a pesar de sus problemas y los rumores de infidelidad por parte del ex marido de Rocío Carrasco.
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Digan lo que digan los agoreros, y los que ya dan por roto el matrimonio, la ruptura no se ha hecho realidad. Antonio y Olga se siguen viendo, en las últimas semanas han sopesado los pros y los contras, y están más cerca de salvar su relación que de destruirla definitivamente.
Un amigo de la ganadora de Supervivientes y de su marido, vecino para más señas, nos desvela que "les he visto juntos hace pocos días y no aparentaban estar enfadados. Aquí todos estamos convencidos de que seguirán juntos y salvarán los problemas".
Mientras tanto, la reportera Marta le está sacando un buen rendimiento a la polémica. Ha fichado por Ya son las ocho, el nuevo programa vespertino de Sonsoles Ónega, en el que trabaja como tertuliana. Un ascenso profesional en toda regla.
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