Meghan Markle mostró su parte más divertida y desesfadada en el programa de televisión de Ellen DeGeneres, vecina y amiga de los duques de Sussex. La actriz acudió al espacio televisivo de la mítica presentadora para hablar de su lucha por las políticas igualitarias en Estados Unidos, su libro 'The Bench' o su vida privada, entre otras cosas. Pero la parte que pocos se esperaban fue cuando la mujer del príncipe Harry aceptó participar en la cámara oculta del show de DeGeneres.
Durante el programa, pusieron un vídeo donde Meghan aparecía encarando uno de los papeles más extraños de su vida. Ante las órdenes de la presentadora, la duquesa bebió leche de un biberón, hizo una sentadilla, tocó todos los objetos de unos puestos ambulantes, fingió hacer unos peculiares 'ritos' para adquirir la energía de esos artilugios y se puso una diadema de gato mientras interpretaba la canción que DeGeneres le ordenaba por el pinganillo.
Los vendedores del puesto ambulante, atónitos con lo que estaba pasando, no podían ocultar sus caras de impacto y sorpresa ante el singular comportamiento de la duquesa, hasta que DeGeneres apareció para 'rescatar' a la actriz y explicaba entre risas que todo había sido una broma de cámara oculta.
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