Separadas de extremo a extremo por el arco ideológico, tienen más en común de lo que parece. Aunque su filosofía de la vida sea radicalmente opuesta, las Díaz pueden ser mucho más que 'políticas de moda'. Isabel Díaz Ayuso y Yolanda Díaz huelen a futuro y parecen destinadas a hacer más historia de la que ya han hecho. Para empezar, ambas son triunfadoras, ambiciosas, luchadoras e indomables. Y si no que se lo pregunten a Pablo Casado y a Pedro Sánchez.
La presidenta de la Comunidad de Madrid se las tiene con el sucesor de Mariano Rajoy y con su propio partido para hacerse con la presidencia del PP madrileño. Y ya se sabe... De Madrid al cielo.
Ella tiene el apoyo de las bases pero quiere poder orgánico. Y la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Trabajo se bate con Nadia Calviño, la otra vice, y hasta con el propio presidente del Gobierno, para imponer su voluntad.
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Ayuso fascina y arrasa en las urnas y por ello, se diga o no, en la cabeza de todos está la pregunta de si podría llegar algún día a disputar el liderazgo de Pablo Casado a nivel nacional. De momento, a Teodoro García Egea, número dos de Génova, le bloquea hasta en WhatsApp. Ayuso quiere dejar claro que su contienda es de Primera División.
Por su parte, Yolanda Díaz es la amenaza a la izquierda de Pedro Sánchez, sucesora del extinto Pablo Iglesias. Su dimensión política y mediática reduce a cero las posibilidades de otras lideresas moradas como Ione Belarra o Irene Montero, e incluso de las otras vicepresidentas, Calviño y Teresa Ribera. La gallega tiene todas las papeletas para ser cabeza de lista en las próximas generales y se enfrentará en las urnas a los que ahora son sus jefes en el Gobierno.
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De hecho, muchos analistas políticos coinciden en que el PSOE se está dejando robar la cartera desde dentro, pues consideran que desde su posición en el Ejecutivo, Díaz les está succionando infinidad de votos futuros. De hecho, hay quien sostiene que su presencia en los medios y muchas de sus actuaciones las está utilizando para hacer campaña a su favor.
Tanto Yolanda Díaz como Isabel Díaz Ayuso son universitarias. La gallega se licenció en Derecho en la Universidad de Santiago de Compostela, recibiendo posteriormente cursos superiores y de postgrado en Relaciones Laborales, Derecho Urbanístico y Ordenación Territorial y Recursos Humanos. La madrileña se licenció en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid e hizo un Máster en Comunicación Política y Protocolo.
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Las dos tienen en común que desde muy jovencitas amaban la política, aunque es indiscutible que Díaz tenía muchas más vinculaciones familiares ya que su padre, Suso Díaz, militaba en el PCE en la clandestinidad y fue secretario general de CCOO en Galicia. Y su tío Xosé Díaz ocupó un escaño por el BNG en el Parlamento gallego.
En sus inicios profesionales, Yolanda Díaz montó su propio despacho de abogados en Ferrol, que dejó tras dar el salto, en 2005, a Esquerda Unida. Desde entonces su ascenso ha sido imparable de la mano de sus amigos Pablo Iglesias e Irene Montero, hasta llegar a la vicepresidencia segunda del Gobierno en virtud de la salida de Pablo Iglesias de la política y del pacto de coalición entre PSOE y Podemos.
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Ayuso, siete años más joven que Yolanda, también tenía muchas inquietudes y por ello empezó su andadura en diferentes gabinetes de comunicación y en la radio hasta que también en 2005, como la otra Díaz, decidió afiliarse al PP, cuando Pablo Casado era presidente de Nuevas Generaciones.
Después fichó por el departamento de prensa de Alfredo Prada, que era consejero de Justicia e Interior del Gobierno la Comunidad de Madrid.
Allí se ganó la confianza de Esperanza Aguirre y empezó a crecer en el partido, siendo viceconsejera de Ángel Garrido en la CAM, hasta llegar a convertirse en candidata, convirtiéndose en sucesora del propio Garrido, de Ignacio González, de Esperanza Aguirre y de Cristina Cifuentes, o sea, en presidenta de la Comunidad de Madrid, primero en coalición con Ciudadanos y, tras la últimas elecciones, en las que arrasó en las urnas, con el apoyo del PP y de Vox.
Pero Ayuso es mucho más que eso. Se ha convertido en un fenómeno de masas. Su popularidad ha hecho que incluso la prensa del corazón se haya interesado por ella, por sus relaciones sentimentales y hasta por su estilo al vestir.
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Esto, guste o no, es significativo para medir el nivel de popularidad de una persona. Sus relaciones personales se han puesto bajo el foco de la crónica social y hasta ha aparecido en alguna portada de revista del cuore, compartiendo espacio con Kiko Rivera o Jorge Javier Vàzquez, como cuando hace unos meses la fotografiaron en Ibiza.I
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En menor medida, la vida personal de Yolanda Díaz ha sido también escrutada por la prensa, como cuando su marido, Juan Andrés Meizoso, se mudó de su Galicia natal a Madrid para poder conciliar su vida familiar.
Tanto en el caso de la madrileña como en el de la gallega, ha crecido el interés por sus respectivos estilo a la hora de vestir o peinarse. Las dos han evolucionado de manera significativa en este sentido.
Yolanda Díaz llegó al Gobierno luciendo pelo corto, pañuelos al cuello, chapas en las camisetas y un aspecto alejado de los vestidos y tacones que luce ahora. La ministra se ha dejado crecer la melena e incluso se ha apuntado a la moda de las mechas balayage. Apuesta por modelos en colores rotundos, como blancos o rojos, trajes de chaqueta, faldas midi, elegantes camisas.
Tremenda mejora de @IdiazAyuso pic.twitter.com/pfwjBDLyt1
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Ayuso también ha perfeccionado su aspecto. Contó que ha aprendido a comer mejor. Se ha quitado unos cuantos kilos de encima, recuperando su figura de antaño, tras recuperar su afición al running y utiliza vestidos más ceñidos que resaltan su silueta. Desde que se convirtió en candidata a la presidencia de la Comunidad de Madrid, Ayuso ha refinado su estilismo y como es lógico ha madurado en su imagen.
No olvidemos que una de sus relaciones más duraderas y conocidas fue con Jairo Alonso, profesional del estilismo. Ayuso apuesta por marcas como Zara y la hemos visto con algún modelo firmado por Vicky Martín Berrocal. También suele acudir al color rojo como fetiche, aunque también le gustan el verde y el negro.
Curiosamente el rojo fue el color elegido por Yolanda Díaz para su boda con el delineante, Juan Andrés Meizoso, el 15 de noviembre de 2004. El enlace se celebró en el más absoluto de los secretos en el centro cultural Torrente Ballester de Ferrol. Y juntos tienen a su hija Carmela, a la que llamó así por su madre, que falleció en 2013, justo el día de Reyes. Adora viajar, el sur, y estar con su familia en su Galicia natal. Y presumir de los logros de su pequeña en Instagram, como cualquier mamá.
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Ayuso, divorciada, no es madre de momento. Aunque a sus 43 años, aún puede intentarlo. La presidenta de la Comunidad de Madrid ha expresado en repetidas ocasiones su deseo de tener hijos pero nunca ha encontrado el momento. Eso sí, dice que vive volcada en sus tres sobrinos, hijos de su único hermano, Tomás, y en su perro Bolbo, un labrador de color marrón. Al igual que Díaz, Isabel siempre que puede hace una escapada y suele ir acompañada. Se casó cuando aún no había cumplido los 30 años y su matrimonio duró apenas tres años. Se sabe que su ex marido es un empresario del mundo del golf relacionado con el Race (Real Automóvil Club de España), pero nunca ha querido desvelar su nombre. Después, se ha conocido su relación con el peluquero y estilista Jairo Alonso, con el que convivió cuatro años. Siguen siendo muy amigos pero ahora se la ha fotografiado junto a un técnico sanitario, separado y de 43 años, igual que ella.
Estas dos mujeres están llamadas a protagonizar gran parte de los capítulos de la política española de los próximos años. Quién sabe si algún día Ayuso y Díaz competirán en el mismo tablero. Sería todo un Kasparov contra Karpov. Pero en femenino.
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