A sus 59 años es uno de los actores más reconocidos del panorama nacional y este martes ha sorprendido a todos con su confesión más cruda y sincera: "He sido drogadicto". Pablo Carbonell, casado con María Arellano desde el 2003 y padre de dos niñas, ha contado: "Me he puesto de todo, pero me he salvado porque mi trabajo lo hago limpio. Si yo mi trabajo lo hiciera drogado, tú y yo no estábamos hablando hoy".
El gaditano ha desvelado a Fran Rivera en Espejo Público que la droga era habitual en su día a día: "Siempre ha habido gente drogándose a mi lado y me invitaban. Pero ir yo a buscar droga te las puedo contar con los dedos de una mano. Si hay, vale; si no, pues a otra cosa", ha dicho. Carbonell está arrepentido de aquella época y ha asegurado que "se pierde mucho tiempo con la droga".
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El protagonista de Atún y Chocolate o Torrente, que es padre de dos adolescentes, Carlota y Mafalda (que sufre una enfermedad rara), ha aprovechado la ocasión para lanzar un mensaje a los más jóvenes: "Hay que tener cuidado. Tienes que saber que tu mundo va a variar y lo importante es que tienes que saber que, cuando te cuestes y te levantes, siempre tienes que ser siempre la misma persona".
No es la primera vez que Carbonell habla de sus coqueteos con las drogas y el alcohol, aunque hasta ahora nunca había hablado de adicción: "La gente siempre ha pensado que bebo más que me drogo. De hecho, yo soy un buen bebedor. Cuando la gente se junta conmigo, quiere emborracharse conmigo", dijo hace unos meses. "He tomado drogas para pasar un buen rato o escribir una canción, pero el precio que se paga es alto. No solo por el efecto que te puede hacer la droga en tu cabeza o en tu organismo, sino por el tiempo que pierdes porque estás de resaca, porque no eres capaz de coger el teléfono por la mañana, porque a lo mejor el dinero que tenías destinado a una cosa la gastas ahí y se lo debes al otro...".
Un padre ejemplar
Pero eso ya es historia. Carbonell asegura que los malos hábitos son cosas del pasado y ahora está volcado no solo en su trabajo sino también en su familia, especialmente en su hija de 12 años, que nació con una enfermedad rara. Mafalda sufre artrogriposis múltiple congénita, una enfermedad que solo afecta a uno de cada 3.000 niños. A raíz de esta enfermedad tuvo que pasar por hasta siete operaciones durante sus primeros años de vida e incluso a estar hasta tres años con los pies enyesados. La infancia de Mafalda no ha sido fácil pero gracias a su padre ha cumplido su sueño: ser actriz.
Debutó en la pequeña pantalla con Tu cara me suena mini, que le abrió las puertas a la serie de Disney Chanel, Club Houdini. Mafalda fue también la revelación en Vivir dos veces, y también ha trabajado en los rodajes de Baby, de Juanma Bajo Ulloa; 30 monedas, de Álex de la Iglesia; y Vivir dos veces, donde comparte cartel con Inma Cuesta.
