Delcy Rodríguez vino a España para reunirse con Zapatero, ir al médico y de compras. La número dos de Maduro alegó en Barajas que la había invitado el ex presidente, y el Gobierno lo ocultó. Ahora sabemos que tenía reserva en un hotel de Madrid, como ha contado Abc, que no da detalles del lugar exacto de su cita. En Informalia hemos averiguado dónde habían quedado exactamente.
Casi dos años han transcurrido desde el muy polémico aterrizaje de la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. La número dos de Nicolás Maduro llegó al aeródromo y rápidamente le informaron de que tenía prohibido pisar suelo comunitario. Ante la negativa, explicó que llegaba "invitada por el presidente Zapatero". Se lo dijo a José Luis Ábalos, a varios policías y guardias civiles.

Además de reunirse con Zapatero y visitar un médico de una clínica madrileña, quería aprovechar para hacer unas compras en la Milla de Oro de Madrid, en el barrio de Salamanca. Pero lo que no se ha publicado es que le había reservado una habitación en el Hotel Santo Mauro donde tenía pensado alojarse y verse con Zapatero. En concreto, tenía a su disposición una suite cuyo precio ronda los mil euros la noche. La estancia cuenta con detalles como cama extragrande, con 4 almohadas y lámparas de lectura especiales, una decoración moderna en tonos neutros con suelo de parqué, con sala de estar idependiente del gran dormitorio y zona de estar con TV de pantalla plana, además de un baño a la altura de los del mejor palacio. En total, 40 metros cuadrados de suite.

El hotel, uno de los mejores de Madrid, pertenece a la cadena AC Hoteles, del empresario Antonio Catalán, muy amigo de José Luis Rodríguez Zapatero, precisamente el ex presidente que iba a verse en tan maravilloso entorno con Delcy, con total comodid y absoluta privacidad. Lo que pasa es que las cosas no salieron como estaban previstas. Fuentes del más alto rango de staff de la compañía hotelera consultadas por Informalia se niegan a confirmar que efectivamente existiera la reserva, lo cual podemos entender por razones obvias y porque la privacidad de los clientes es la base de un negocio como éste. El Hotel Santo Mauro se encuentra en la mejor zona del barrio de Chamberí, en la calle de Zurbano, número 36. El edificio fue proyectado en el año 1892 y construido en 1902 siendo residencia de los Duques de Santo Mauro de quien toma el nombre. Posteriormente fue Embajada de Filipinas hasta el año 1970. Tras una profunda renovación, se convirtió en el actual Hotel Santo Mauro.

Pero los planes no les salieron bien a Zapatero y a su amiga la vicepresidenta venezolana. La Unión Europea había incluido a Delcy Rodríguez en el año 2018 en la lista negra de 25 dirigentes del Gobierno de Nicolás Maduro a los que congeló todos sus activos en suelo comunitario y les prohibió acceder al territorio. La relación entre José Luis Rodríguez Zapatero y el Gobierno de Venezuela es tal que Nicolás Maduro lo reclamó en diciembre de 2020 como "observador" de las elecciones para su reelección.

El escándalo fue tal que salpicó al presidente del Gobierno. Si en un principio la por entonces responsable de Exteriores debía haberse encargado de evitar que se vulnerara la ley, Arancha González-Laya quedó apartada del asunto. José Luis Ábalos fue el encargado de 'comerse el marrón' por encargo directo de su jefe, aunque se ha negado. De madrugada, Ábalos fue conducido en coche por un asesor (Koldo García) a Barajas, testigos de lo cual fueron policías y guardias civiles, que presenciaron tanto la llegada del ministro como sus gestiones con Delcy Rodríguez en la zona internacional del aeropuerto Adolfo Suárez para intentar que estuviera cómoda pero aceptando la prohibición de salir de la zona internacional.

Informalia está en condiciones de asegurar que José Luis Rodríguez Zapatero había avisado al Gobierno de que había invitado a Delcy Rodríguez, aunque no se haya reconocido. Distintos miembros del Gobierno fueron dando más tarde versiones del episodio. Zapatero defendió la actuación de Ábalos, de quien dijo que había dado "muchísimas explicaciones, más que suficientes" y añadió que la vicepresidenta venezolana "llegó al aeropuerto como otras personas que no pueden entrar, y no entró", además de asegurar que "se cumplieron las normas, más allá de lo que pensemos algunos de las normas", señaló.

El asunto fue llevado a los tribunales. Para la Sala Segunda del Supremo, "la estancia en el Aeropuerto de Barajas de Delcy Rodríguez implicó una vulneración de la expresa prohibición" de entrada que tenía por parte del Consejo de la UE, lo cual, dice el Alto Tribunal, "está fuera de cualquier duda", pero falló que el tema era político y no penal, lo cual exigía depurar responsabilidades políticas.
